Por David Uriarte /
Cuando las pérdidas son materiales, la frustración se extingue en un tiempo razonable, pero cuando las pérdidas son de vidas humanas, la frustración se convierte en coraje, impotencia y sufrimiento, un sufrimiento que puede acompañar a la persona hasta la muerte.
Las pérdidas materiales representan coraje y frustración, las victimas de robo en casa habitación o negocio, las victimas de fraude, o secuestro, las victimas de robo de vehículo, y todas las pérdidas materiales, pueden dejar una marca de frustración que incluso los puede acompañar también, hasta la muerte.
Las pérdidas de vidas humanas, representan tristeza, soledad, abandono, y dependiendo las circunstancias, coraje difícil de describir como sentimiento no placentero.
La mayor fábrica de corajes, es aquella cuyos dueños son los responsables de quitarle la vida a tantas personas, siempre hay un grado de conciencia sobre la muerte, es lo único seguro que tiene el humano. Hay conciencia de dos verdugos implacables: el tiempo y las enfermedades o accidentes, pero la muerte violenta, es otra cosa, esta es la verdadera fábrica de sufrimiento.
La resignación, es parte de la curación de las personas que han perdido un ser querido, saber que el destino de la muerte tocará generalmente a los abuelos, después a los padres, finalmente a los hijos, y los nietos tendrán su tiempo también.
Esta es la lógica del término del ciclo de la vida, saber que una enfermedad catastrófica como el cáncer no diagnosticado ni tratado a tiempo, extinguirá la vida de alguien más temprano que tarde, forma parte de la resignación, pero saber que tu familiar sale de tu casa y no regresa porque le arrebataron la vida de forma violenta, esa pérdida engendra en si misma sufrimiento y desconsuelo.
No importa el color del partido en el poder, lo que importa es la conducta delictiva que marca una nación con tanto sufrimiento, un régimen político donde las muertes dolosas y los desaparecidos son tantos que hasta dan ganas de no saber cuántos son, el tema no es la evaluación en función de la cantidad, el tema es la evaluación en función de la estela de dolor y sufrimiento en la sociedad, por las pérdidas de tantas vidas humanas a manos de las mentes criminales.
Cambiar la fábrica de sufrimientos por la fábrica de felicidad, donde la seguridad sea el aire que respira la sociedad, es aspiración legítima de cualquier ser humano que solo quiere paz.