Arely Salcedo, alumna de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), inventó un aparato para detectar sedantes en las bebidas alcohólicas, una idea que se le ocurrió después de que a una amiga suya le pusieron droga en su bebida en una fiesta.
Tras el caso de su amiga, cuya vida fue salvada en una ambulancia, la estudiante de la UAQ que cursa el noveno semestre de ingeniería biomédica en Querétaro, buscó una solución para detectar bebidas adulteradas.
En entrevista con la agencia EFE, Arely Salcedo relató que diseñó un aparato para detectar en las bebidas alcohólicas la xilacina, una de las drogas más usadas por los agresores sexuales para sedar a sus víctimas antes de abusar de ellas y que, en muchos casos, puede terminar en muerte por sobredosis.
“La xilacina es un sedante veterinario muy potente, es analgésico y somnífero, casi siempre lo utilizan en animales muy grandes como caballos y vacas. Lo malo es que los agresores no saben esto, lo peligroso es que se les pase la mano, que es lo que generalmente pasa”, comenta.
La futura ingeniera afirma que por ahora no existe una herramienta funcional que permita identificar la xilacina u otras sustancias en la bebida para prevenir los ataques, de ahí la necesidad de una barrera primaria ante esta problemática.
Herramienta contra la violencia
El invento es una herramienta más para frenar la ola de violencia contra las mujeres en México, país donde asesinan a más de 10 mujeres al día.
Y se da en medio de recientes casos que han sacudido al país, como el de la joven Debanhi Escobar, de 18 años, que apareció muerta en un motel del norteño estado de Nuevo León tras precisamente ir a una fiesta.
Salcedo relata que intentaron drogar a su amiga en una discoteca, donde es muy difícil identificar si la persona está drogada por el amontonamiento de personas.
“Afortunadamente, con ella pudimos hacer que viniera la ambulancia y la atendiera, pero es algo muy, muy feo. Te das cuenta de lo vulnerable que eres y que puede pasarle a cualquier persona realmente”, manifiesta.
Ante el clima de violencia, en Querétaro ya hay personas interesadas en el dispositivo. Como María Fernanda Trejo, quien ha afrontado y conoce a víctimas de situaciones de riesgo.
“A la hermana de mi cuñado se la intentaron llevar, con lo mismo, la intentaron drogar, entonces es realmente importante para nosotras como mujeres y también para los chicos, porque no dudo que también les pudiera pasar”, opinó.
¿Cómo funciona?
Salcedo detalla que el dispositivo cuenta con un sensor que tiene como base una celda electroquímica, que permite oxido-reducir la molécula de xilacina en la bebida preparada.
La molécula de xilacina queda intacta y es muy fácil detectarla porque el límite de detección es muy pequeño, por lo que algo menor a una gota puede ser detectada.
Aunque aún no tiene nombre, el proyecto acaba de concluir la etapa de ensayo, luego de probarse en distintas bebidas, con diferentes tipos de alcohol.
Al considerar que esta fase fue exitosa, la inventora inició con el prototipado del producto, que prevé se convierta en un instrumento pequeño y de fácil acceso económico.
“Ya lo hemos probado en muchas bebidas preparadas como whisky, ron, tequila, vodka. También con refrescos, y es muy exitosa”, menciona.
“El producto final esperamos que sea algo accesible y muy portable, lo imaginamos como una vara agitadora de bebidas en donde el usuario pueda menear su bebida y, si está la presencia de la molécula, pueda prender un (foco) led y entonces tú ya sabes si es seguro o no beber”, explica.
Aun así, reconoce que para que el dispositivo se vuelva una realidad podría tardar un año más, pues se buscan socios que quieran invertir en el proyecto.
También se ha establecido como meta crear un multi-sensor que pueda detectar otras drogas.
“Para mí es muy gratificante porque decidí estudiar esta carrera, porque te dan las herramientas para poder resolver cosas y necesidades sociales. Muchas veces estamos buscando el hilo negro dentro de la investigación, pero es muy importante el atender estos temas de seguridad humana”, manifiesta.
Juan de Dios Galindo, profesor investigador de la UAQ y asesor del proyecto, ahonda en que esta herramienta reportaría en tiempo real la presencia de esta droga, una tecnología que generalmente se utiliza en el análisis de cadáveres.
“La idea de ella surgió debido a que actualmente hay muchos problemas de seguridad humana y la universidad está comprometida en hacer ciencia no nada más por hacerla, sino para que tenga un compromiso social”, subraya.