Millones de niños en Europa regresan a la escuela. En las últimas semanas ha habido un rebrote de COVID-19 en el viejo continente. 

Millones de niños en Francia regresaron a la escuela hoy, a pesar del reciente aumento de infecciones por coronavirus, en un experimento nacional cuyo objetivo es reducir las inequidades sociales y reactivar la economía.

“El virus sigue ahí y hay que protegerse”, dijo el presidente Emmanuel Macron en un video difundido por Instagram y dirigido a los más de 12 millones de escolares franceses en su primer día de regreso. Macron traía cubrebocas.

Es obligatorio el uso de las mascarillas durante la jornada escolar para todos los estudiantes de 11 años o más, y para todos los profesores y el personal de las escuelas.

Al otro lado del Canal de la Mancha, cientos de miles de escolares también comenzaron a regresar a las aulas, mientras Gran Bretaña observa con nerviosismo si la reapertura de las escuelas provocará un repunte de las infecciones por coronavirus.

Hoy marcó el inicio de cursos para aproximadamente el 40% de las escuelas en las regiones de Inglaterra y Gales. El resto del Reino Unido reabrirá en los próximos días.

La mayoría de los niños estuvieron sin clases a tiempo completo durante más de cinco meses, desde que se impuso un confinamiento nacional en marzo. El gobierno del primer ministro Boris Johnson dijo que el riesgo para la salud de los niños por COVID-19 es mucho menor que el riesgo para su educación y bienestar si no regresan a la escuela.

Muchos padres están nerviosos y el gobierno advirtió que aquellos que se nieguen a enviar a sus hijos de regreso a la escuela serán multados.

Los alumnos escoceses regresaron en agosto y hasta ahora sólo ha habido brotes pequeños y limitados relacionados con las escuelas.

Asimismo, la República Checa y Bosnia iniciaron el nuevo año escolar y es obligatorio nuevamente usar mascarillas en el transporte público.

Las autoridades de salud agumentaron que la medida ayudará a contener la pandemia de coronavirus, ya que muchos de los casi 1.4 millones de estudiantes de las escuelas primarias y secundarias utilizan el transporte público todos los días de la semana.

Entretanto, en Finlandia, las autoridades de salud dijeron que unas 900,000 personas descargaron en sus celulares una app de rastreo de coronavirus llamada Koronavilkku un día después de su lanzamiento.

Tironeando de las mascarillas o corriendo a abrazar a los amigos, millones de niños regresaron a clases en toda Europa y más allá, en un experimento masivo que busca superar desigualdades y resucitar economías y a pesar de la pandemia persistente.

La amenaza del virus acechaba en las sombras mientras los niños despedían con un beso a sus padres en Francia, saludaban tímidamente a sus maestros en Israel, ocupaban mesas espaciadas en Inglaterra y levantaban la mano en Rusia.

Mientras en Estados Unidos muchos distritos escolares imparten clases online y otros las combinan con clases presenciales, la norma en Europa es la clase presencial. Los gobiernos tratan de demostrar que la vida continúa a pesar de un virus que que ha infectado al menos a 25 millones de personas y matado a más de 800.000 en el mundo.

La Organización Mundial de la Salud emitió consejos para las clases presenciales. El lunes reconoció que si bien el virus constituye una verdadera amenaza, los cierres de escuelas perjudicaron la salud mental y el desarrollo social de los niños, sobre todo los de familias de escasos recursos, los discapacitados o los que viven en un ambiente familiar abusivo.

Con información de Vanguardia.mx