Por David Uriarte /
Un presidente es totipotencial en un país como México, la división de poderes no es que sea una vacilada, solo es eso, la división de poderes, el esquema del presidencialismo es tan fuerte, que basta una frase, un silencio, una sugerencia, un saludo afectuoso, o una inconformidad expresa del presidente, para que los demás poderes entiendan, aunque las respuestas son distintas entre el poder legislativo y el judicial por obvias razones.
En esa misma proporción, después del Presidente de la República están los y las gobernadoras de los estados, el gobierno de un estado cuando lleva una relación armónica con su congreso y su poder judicial, tiene aseguradas las batallas, en el peor de los casos, empata.
El poder de un gobierno depende del poder de sus instituciones y sus leyes, un congreso que entienda el lenguaje de señas, y un tribunal atento y amigable, por el lado de las instituciones, una fiscalía disciplinada, y por el lado del gobernador, una buena relación con el presidente de la república, con el fiscal general, y con el titular de la unidad de inteligencia financiera.
Con esta correlación de fuerzas, el poder de un gobernador es mucho por no decir que infinito, que problema se le puede presentar que no sea resuelto por la vía del poder político.
En Sinaloa, los enfrentamientos entre la Universidad Autónoma de Sinaloa, el gobierno del estado, y de paso el Congreso local, han escalado a nivel nacional al poner en riesgo la gobernabilidad, por eso, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, intervino para evitar la inminente marcha de estudiantes, empleados y simpatizantes de la UAS, este impasse o negociación de alto nivel, da aparentemente un respiro a los contrincantes, todo a unos días de la visita a Sinaloa del presidente López Obrador.
Todo indica que, a partir de la próxima semana, las acciones se pueden recrudecer de ambos lados, ni la UAS ni el gobierno se duermen en sus laureles, la UAS le arrecia en los tribunales federales, promueve sus actividades sustantivas y se prepara para los peores escenarios, el gobierno; también.
Ni es novedad ni es primicia, la unidad de inteligencia financiera ya está haciendo su trabajo, está investigando a uno de los actores involucrados en el conflicto UAS-Gobierno, esto dará como resultado un escándalo mediático en medio de la expectativa social: así es el poder.