Por David Uriarte /

La sobrevivencia de corredores gastronómicos y turísticos en cualquier parte del mundo obedece a su seguridad, la calidad en el servicio, y su conectividad, es decir, la fluidez peatonal o vehicular.

Todas las variables son importantes, sin embargo, sin seguridad no hay nada, no hay desarrollo, no hay detonación económica, no hay empleo, no hay servicios, no hay productos que ofertar, no hay atracción turística, no hay derrama económica y la sociedad se estanca.

El Paseo del Ángel surge como un proyecto empresarial con visión de futuro, un atractivo turístico con miras a ser ejemplo nacional y modelo internacional, un lugar donde se respire tranquilidad familiar, donde la seguridad esté garantizada hasta lo humanamente posible.

Novias, quinceañeras, cumpleañeras, o simplemente por el placer de hacer o tener una sesión fotográfica, el Paseo del Ángel se ha convertido en un set de rodaje fotográfico, una locación cada vez más usada por los amateur y profesionales del arte de la foto y el video; ¿Cuánto les cuesta? Nada.

La iluminación es un espectáculo que hay que ver, las calles Ángel Flores y Ramón Corona, ofrecen una sensación navideña siempre, y en diciembre, ni se diga.

Dentro de unas semanas, estará llegando el nuevo set de iluminación para estas calles, será sorprendente el atractivo para niños y adultos, parejas y familias que buscan además de esparcimiento, seguridad.

Las opciones gastronómicas son tan variadas como variados son los gustos, desde comida casera, pan artesanal, hasta la cava de vinos finos nacionales y de importación, comida gourmet, antojitos sinaloenses, cocina japonesa, china, comida rápida, y los fines de semana música de todo tipo.

En primavera, el Paseo del Ángel es todo un espectáculo, los árboles reciben a los visitantes con el mejor regalo; sus flores de todos colores, en verano los árboles cumplen una función refrescante, logran disminuir la temperatura y la banqueta de la calle Corona se convierte en lugar de descanso donde trabajadores y visitantes aprovechan para comer, descansar o simplemente disfrutar de una vista espectacular.

A veces quienes disfrutan lo nuestro son los turistas regionales o extranjeros, es posible que habitantes de Culiacán no conozcan el Paseo del Ángel, el verdadero secreto de este lugar radica en quien lo cuida, quien lo ilumina, y quien vela por su seguridad.