Por David Uriarte /

La única manera de evitar el riesgo es no hacer nada. Los riesgos son inherentes a cualquier actividad, siempre debe estar presente la opción B, por si la opción A no funciona.

El líder del Partido Sinaloense se caracteriza por su vehemencia en todo lo que emprende, su grado de compromiso se mide en las acciones que emprende, es un apasionado de la parte política, y tiene un imán para caer en los juegos de la traición, así lo describe la historia de su desempeño político desde que fue Rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa.

En el recorrido del Partido Sinaloense, se ha vendido por su rentabilidad, su capacidad de suma, su trabajo de campo; es el partido político en Sinaloa cuyo registro nominal ante las autoridades electorales es el más alto, en la última década siempre es buscado por los partidos nacionales para formar alianzas.

La rentabilidad política del PAS se sustenta en el número de votos que aporta en las elecciones locales o en las alianzas de los procesos federales, los instrumentos institucionales para medir el origen del voto permiten establecer la verdadera fuerza política del PAS, esto es lo que lo hace atractivo para los partidos grandes o nacionales.

La vida del PAS y en consecuencia de su fundador y líder Héctor Melesio Cuén, está marcada por el signo del divorcio, por la separación de sus aliados cuando arriban al poder, con estos antecedentes se le preguntó a Cuén cuál era su sentir en relación a esta nueva alianza política con el PRI, PAN y PRD, su respuesta fue contundente: “no pasa nada, yo le apuesto a lo que creo, yo me dedico a trabajar desde antes de los procesos electorales”.

En relación a su encuentro con la precandidata del frente opositor Xóchitl Gálvez, dijo sentirse contento y satisfecho, incluso aseguró que en uno de los eventos el contingente del PAS cubrió el cincuenta por ciento de los asistentes y en otro el cuarenta por ciento.

Dijo que el riesgo siempre existe y siempre está presente, las traiciones forman parte del coto de envidia de muchas personas, yo no me voy a detener, voy a seguir trabajando y esto se verá reflejado el día de las elecciones.

El riesgo del PAS es que lo vuelvan a utilizar como cuña que apriete el palo del triunfo de la coalición opositora y pasado un tiempo, lo desconozcan como la palanca del triunfo.

El triunfo no solo es la presidencia de la república, el triunfo también son muchísimas más posiciones.