Por David Uriarte /
La fotografía que empezó a circular este viernes a partir del mediodía en redes sociales es una joya para los analistas del lenguaje no verbal, por supuesto que se trata de indicios cuya suma construye una ecuación cuyo resultado se aproxima a la realidad.
En primer término, hay que analizar la fuente de la fotografía, en este caso se trata de un Tweet enviado por la Secretaría de Gobernación, también hay que considerar la facilidad técnica para la falsificación de las distintas aplicaciones y plataformas de información o envío de textos.
En segundo lugar, hay que contextualizar las condiciones en que se presenta la imagen, es decir en este caso, la fotografía se debe analizar desde la óptica política donde gobierno y universidad están midiendo fuerzas, dejando a un lado la parte legal, incluso sin tocar el origen mecánico de la fuente del conflicto que es la Ley de Educación Superior del Estado de Sinaloa y sus implicaciones en la autonomía universitaria.
En tercer lugar, el poder legislativo y su líder han quedado relegados a segundo término por tratarse de los artífices de un conflicto que va más allá de la propia ley como fin, es decir, la ley es el medio para lograr otro fin cuya imagen se trasluce en el discurso político que alude invariablemente al líder de otro partido diferente al partido en el poder.
En cuarto lugar, hay que reducir los indicios de perversidad que pudieran existir en el conflicto que se viene gestando desde hace años, incluso mucho antes que los inconformes tuvieran el poder que hoy ostentan, a dos contendientes cuyas figuras aparecen en la fotografía que se analiza.
En quinto lugar, se subestimó a la autoridad universitaria, primero al consejo universitario y después al rector titular de la UAS, el Dr. Jesús Madueña Molina, con la añoranza de los movimientos universitarios del siglo pasado donde los estudiantes en la calle se convertían en el fiel de la balanza de la justicia social con el precio social por todos conocidos.
En sexto lugar, la tensión escaló a nivel nacional y el responsable de la política interna del país vio que el cerillo y la gasolina estaban en las manos incendiarias de gente con experiencia en este tipo de revueltas, por eso, antes que le quiten el seguro a la granada, llamó a los responsables de los territorios políticos que se diputan para evitar consecuencias funestas.
Y finalmente, la foto habla más que mil palabras al ver el lenguaje no verbal de los protagonistas.