Llevar una dieta sana y equilibrada, debería ser un propósito de los que duran todo el año, tanto en mayores como en pequeños, y sobre todo evitar el exceso en ciertos alimentos ayudará a mejorar nuestra calidad de vida y sobre todo a evitar problemas a futuro, destacó Marcela de Jesús Vergara Jiménez, directora de la Facultad de Ciencias de la Nutrición y Gastronomía de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).

La especialista en nutrición hizo hincapié en que el plan de vida saludable debemos tenerlo presente de manera cotidiana y no solo como propósito de año nuevo, por ello dijo que la dieta sana debe ser gradual y constante, ya que solo así se logran resultados y beneficios en la calidad de vida.

Dra. Marcela Vergara Jiménez, directora de la Facultad de Ciencias de la Nutrición y Gastronomía de la UAS

“Nosotros a través de los alimentos recibimos nutrimentos, y estos tienen propiedades fisiológicas en el cuerpo, por ejemplo, a través de las proteínas, de los carbohidratos y de las grasas, de buena calidad, obtengo energía, pero además de eso todos estos elementos ayudan a que mis células estén en mejor salud, que la división celular ocurra de una forma más adecuada, también la restauración de nuestros órganos y tejidos”, puntualizó.

Vergara Jiménez señaló que apostar por una dieta llena de nutrientes es necesaria para el correcto funcionamiento del organismo, por ello la necesidad de que se analice que el esquema de alimentación incluya alimentos de todos los grupos, que sean de todos colores.

“Sobre todo que esté organizado, de la forma en que mi cuerpo lo está requiriendo. ¿Ahora qué es lo que sucede en la práctica cotidiana que vemos? Muchas personas el primero de enero ya sienten que todo hay que cambiar y entonces empiezan a tomar decisiones muy drásticas, y esas decisiones son las que hacen que así, en esa misma velocidad flaquees en tu decisión de llevar un estilo de vida saludable”, enfatizó.

Por lo que dijo entonces que es fundamental hacer los cambios de manera paulatina, gradual, en la idea de evitar que el organismo sufra el mencionado síndrome de abstinencia, en donde se siente la necesidad de volver a comer y esto obliga a abandonar cualquier propósito.

Así mismo enfatizó que es importante seguir esquemas de alimentación que sean sostenibles, que se lleven como un estilo de vida, y no solo como un simple propósito, sino que verdaderamente esa transformación le abone a esa meta en el día a día.