Por David Uriarte /
Ojalá que la crisis financiera que enfrenta el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), no lo lleve a la extinción.
Una vida saludable es lo ideal para cualquier persona, en caso de enfermedad de los trabajadores y jubilados al servicio del estado, el ISSSTE es la institución responsable de brindar atención desde la prevención y promoción de la salud -que incluye el esquema de vacunación-, pasando por el tratamiento de padecimientos comunes en el primer nivel de atención en las clínicas de medicina familiar; los servicios especializados de segundo nivel en los hospitales generales regionales, que cuentan con casi todas las especialidades médicas y quirúrgicas -incluyendo las unidades de terapia intensiva-, hasta los servicios de los Centros Médicos Nacionales como el 20 de Noviembre en la Ciudad de México.
En el papel todo funciona de maravilla, pero cuando los pacientes se enfrentan al proceso de servicio, las cosas cambian radicalmente.
Hasta hace unos meses, los pacientes que requerían ser valorados o tratados en los Centros Médicos Nacionales, el médico tratante hacía la solicitud del servicio de referencia hospitalaria a otro nivel de atención, pasaba por el área administrativa, se concertaba la cita, se les proporcionaba su boleto de avión al enfermo y un acompañante, y el viacrucis era parte de la experiencia en búsqueda de recuperar o detener el proceso de enfermedad.
En la actualidad todo sigue igual, excepto, que ahora el ISSSTE les dice a los enfermos que refiere a los Centros Médicos Nacionales, que ellos compren su boleto y el de su acompañante, les da una hoja con la relación de siete documentos que debe presentar el derechohabiente para tramitar el pago de los boletos de avión.
Si la enfermedad por la que fue referido el derechohabiente no fuera poco, debe invertir de su propio bolsillo con la promesa clara y por escrito: “favor de traer la documentación en un plazo no mayor de 15 días de su llegada, en caso de no presentarla en tiempo y forma, su reembolso no procederá”.
Aquellos derechohabientes cumplidores, al momento de entregar la documentación les advierten que no hay dinero, y que, si su reembolso no queda para el próximo mes, entonces será para el próximo año.
Son pacientes con cáncer o con enfermedades complejas que requieren estudios especializados y caros.