Por David Uriarte /

 

La anatomía del desastre empezó a formarse hace un año con la publicación de la Ley de Educación Superior, siguieron los alegatos, inconformidades, carpetas de investigación, judicialización de las mismas, citatorios, medidas de apremio, medidas cautelares, amparos ante la justicia federal, y finamente una resolución que determina que si hay violación de la autonomía universitaria.

 

El Poder Judicial del Estado, en apoyo al Poder Legislativo y al Ejecutivo, se aplicó de tal manera que empezó a trabajar de la mano de una Fiscalía acusadora; los asesores de todas las instituciones participantes se erigieron en la voz detrás del trono, lo mismo le paso a la Universidad Autónoma de Sinaloa, sus autoridades hicieron acopio del equipo multidisciplinario en materia de derecho -especialmente en materia de amparo-, Doctores en derecho asumieron la defensa y en una verdadera exhibición de conocimiento en la materia; lograron sacar a flote el conflicto al obtener la suspensión definitiva y demostrar que efectivamente algunos artículos de la referida ley viola la autonomía universitaria.

 

La resolución del Poder Judicial de la federación dejó mal parados a los asesores legislativos cuya creencia los hacía pensar que en principio nada pasaría y  la promulgación de la ley viviría en la eternidad para su aplicación al pie de la letra; no se sabe si los van a correr o premiar, lo que si resulta sorprendente, es que, la Judicatura Federal les abra los ojos de la inteligencia y la buena práctica jurídica a quienes se dedican a confeccionar instrumentos que regulan el quehacer institucional. En otras palabras, la actividad sustantiva del Congreso, es la elaboración de leyes, claro, que no lastimen derechos o atribuciones consagradas previamente como parte de su origen.

 

Son dos cosas distintas: un tema es lo relativo a la violación de la autonomía, y otro tema son los juicios que se les siguen a las autoridades por diversos delitos. Son ocho carpetas que involucran a cerca de diez trabajadores universitarios, unos de la presente administración, y otros de administraciones pasadas.

 

Después de un año, el fuego se acerca a la mecha del explosivo que puede detonar recordando conflictos entre la UAS y el Gobierno, conflictos del siglo pasado que dejaron heridos y muertos, conflictos que se pudieron evitar, la radicalización de las posturas es el resorte que empuja el fuego a la mecha.