Por David Uriarte /

Nadie puede predecir a ciencia cierta cuál es el destino de los mexicanos, sin embargo, cuando una mujer tiene relaciones sexuales y está ovulando, y su pareja eyacula dentro del canal vaginal, las probabilidades de una fecundación son altísimas… Aún más, cuando ya está con un embarazo de cuatro semanas, se puede predecir que dentro de ocho meses dará a luz por parto o cesárea al producto de la concepción.

Estas analogías no son perfectas cuando se habla del destino de los mexicanos, pero nos ilustran para entender el redireccionamiento de México y los mexicanos con la llegada del nuevo régimen político al gobierno.

Con la ayuda de la aritmética es más fácil explicarlo y entenderlo, primero hay que recordar que la lista nominal, o sea, la relación de ciudadanos que contiene el nombre, dirección, distrito y sección de quienes cuentan con su credencial para votar vigente y están incluidos en el Padrón Electoral, es de 97,658,418, hasta hace dos semanas, en el mejor de los casos, las votaciones del próximo año serán del sesenta por ciento, esto significa poco menos de 59 millones de electores.

De estas cifras se desprende lo interesante del destino de los mexicanos, pensemos en una votación copiosa de sesenta millones de mexicanos, las preguntas son dos: de estos 60 millones, ¿Cuántos son pobres? Y de estos pobres ¿Cuántos votarán por el partido en el poder?

No se trata de pasiones o dogmatismos, se trata de aritmética, todo se mide por resultados, lo demás son palabrerías o politiquerías como dice el presidente López Obrador.

El partido en el poder necesita sólo 30 millones de mexicanos que voten por él, el resto se puede dividir entre la famosa coalición PRI, PAN y PRD, más MC, y los votos anulados.

La primera pregunta resulta tan interesante como la segunda; los pobres. ¿Cuántos pobres hay en México con credencial de elector? Según las cifras oficiales, son 35 millones de mexicanos beneficiados con los programas sociales, no sé si alguien crea o piense que algún beneficiado pueda morder la mano al que le da de comer votando por la oposición, pensemos que sí puede suceder, pero la proporción sería mínima conociendo de la fe y la esperanza de este segmento de población.

De cualquier manera, lo que necesita el partido en el poder es seguir cultivando la esperanza del segmento que determinará el destino de los mexicanos.

Son números.