Por David Uriarte /
Corría el año 2016 cuando se dio el encuentro fortuito entre Fausto Corrales Rodríguez y el hoy presidente Andrés Manuel López Obrador, eso fue en un café de la ciudad de Mazatlán, testigo de este encuentro fue Jesús Estrada Ferreiro entre otros, Andrés Manuel compartió lo relativo al contenido de una red social con Fausto, e inmediatamente después fue la foto.
Desde el 25 de julio, hace poco más de un mes, el nombre de Fausto Corrales Rodríguez aparece en las notas locales y nacionales, con información de todo tipo, sin embargo, la evidencia de su presencia está plasmada en las declaraciones que rindió ante el ministerio público la noche madrugada del jueves 25 de julio.
Un día antes de la gira, más reciente, del presidente López Obrador y la presidenta Claudia Sheinbaum, el sábado 24 de agosto, a media mañana corrió como reguero de pólvora la noticia de la supuesta detención, algunos afirmaron que se trató de un cateo al domicilio de sus padres, finalmente se supo que se trató del ofrecimiento de medidas de seguridad y protección por parte de la Fiscalía General de la República.
La cercanía del doctor Víctor Antonio Corrales Burgueño, padre de Fausto, con Annie Pardo, la mamá de la presidenta Sheinbaum, es un dato interesante, como interesante es su relación con el gobernador Rubén Rocha, ambos exrectores de la UAS.
Para los que insisten en la ausencia, incluso aseguran que Fausto se encuentra prófugo de la justicia, en estos días -tal vez horas-, asista a la fiscalía para efecto de desahogar algunas diligencias relacionadas con el caso Cuén.
Los que sí es posible, es la politización de un hecho donde pierde la vida el líder del Partido Sinaloense (PAS), diputado federal electo, y una figura relevante de la política sinaloense en los años recientes.
Lo que también es evidente, es el silencio de los partidos de coalición, PRI y PAN, las muestras de solidaridad o el reclamo por lo significativo del hecho están ausentes.
La famosa carta le dio un giro más que a la investigación, a la percepción social del caso… lo politizó a tal grado que, la fuente inagotable de imaginación se desbordó, dando paso a los mejores libretos para series o películas de acción.
El caso Fausto tendrá que seguir su curso dentro de los cauces legales, si de inventos se trata, el conductor de la camioneta donde se trasladó a Héctor Melesio Cuén, también tiene mucha imaginación.