Por David Uriarte

 

El reinado del PRI cuenta con miles de apóstoles que predicaron en una tierra fértil por más de setenta años, hoy, en su 90 aniversario, las regiones territoriales festejaron lo que hay, se nutrieron con un discurso enraizado en el pasado. Son autocríticos como una reina de belleza que en su tiempo fue el foco de atención y hoy, lo sigue siendo, pero por las marcas de la naturaleza, el tiempo y la gravedad.

La semana pasada se cumplieron 80 años de la fundación de la Banda El Recodo de Don Cruz Lizárraga, el estadio Teodoro Mariscal de Mazatlán resultó insuficiente para sus más de veinte mil seguidores locales.

En cambio, la fiesta, tambora, antojitos mexicanos, el desfile de artistas, y el cierre arrollador del discurso del primer priista del estado que desbordaba la alegría de los asistentes quienes brincaban como poseídos por el espíritu tricolor, hoy estuvo ausente.

Para llenar el estadio Ángel Flores de Culiacán, se necesitan 25 mil personas, para retacar el auditorio Benito Juárez del PRI, se necesitan sólo mil personas, el resto de la ecuación en este 90 aniversario queda registrada para la historia política de Sinaloa.

Del padrón de consejeras y consejeros políticos nacionales, estatales y municipales con residencia en el municipio de Culiacán, para el periodo estatutario 2018-2022, el 138 fue un distinguido cuadro priista, cercano a los afectos de Antonio Toledo Corro, Marco Antonio Arroyo Camberos y Eleuterio Ríos Espinoza, entre muchos políticos más, de familia creyentes del PRI.

Hoy, este hombre analiza la política nacional y partidista, no pierde tiempo en reclamos o reproches, sólo expresa extrañeza al no ser convocado a los festejos de su alma mater partidista y política.

El apóstol 138 no niega su origen, mucho menos a sus amigos, expresa admiración especifica por un empresario metido en la política y aunque quedó en el camino en el 2010, piensa que será el próximo gobernador de Sinaloa por MORENA.

Refugiado en la administración pública estatal, no deje de mirar por la ventana del recuerdo, el apóstol 138 dice no saber el motivo por el cual no fue convocado a los festejos del 90 aniversario del PRI. Se dice sin resentimiento.