Por David Uriarte /
La salud sexual predispone al individuo al ejercicio funcional de su vida, aunque puede sonar exagerado, sin salud sexual no hay realización personal.
No es necesario entrar en profundidades filosóficas o discusiones estériles por su contenido ideológico, basta destapar el frasco de la ciencia para buscar comprender los pilares de la sexualidad humana y en consecuencia la salud sexual.
Cuantas personas están atoradas en la comprensión del género y el sexo… Mientras la confusión se apodere de la mente será difícil separar lo biológico de lo social; mientras el sexo cromosómico, gonadal, y hormonal, dan origen a las estructuras anatómicas de los genitales por su connotación biológica; el género es una construcción social, es la suma de la ideas asociadas o relacionadas con la genitalidad y los roles sociales asignados a las hembras y machos biológicamente hablando.
Muchas personas siguen creyendo que la salud sexual es tener o no tener deseo sexual, tener o no tener erección o lubricación, tener o no tener orgasmo, controlar o no controlar el reflejo eyaculatorio; el placer sexual solo es uno de los pilares de la salud sexual, tan importante como los otros.
La estructura cerebral y los aprendizajes sociales direccionan o privilegian conductas marcadas entre hombres y mujeres, tal es el caso del erotismo y los afectos, sin generalizar, pero sí con una tendencia marcada, muchos hombres anteponen el placer erótico al vínculo emocional. Cosa contraria sucede con gran número de mujeres que privilegian el afecto convertido en amor o enamoramiento antes de sucumbir a los placeres eminentemente eróticos.
En la salud sexual no todo es sexo ni todo es amor, también hay apego, compromiso y solidaridad; la fecundación o embarazo forma parte del ejercicio de una sexualidad que debiera ser siempre responsable y darse en un contexto de planeación, sin embargo, los embarazos adolescentes y los no planeados, no deseados, incluso no queridos siguen en la estadística de la realidad social.
La anticoncepción temporal y definitiva es práctica común, con la llegada de la píldora del día siguiente, la dinámica de las relaciones coitales dio un giro importante en la población adolescente, como se puede observar, la salud sexual implica derechos a veces desconocidos, conocimiento científico indispensable, y conciencia de prejuicios aprendidos.
Cuatro de septiembre, Día Mundial de la Salud Sexual.