Por David Uriarte /

El 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, el objetivo es aumentar la conciencia de los problemas de salud mental en todo el mundo y movilizar los esfuerzos en apoyo de la salud mental.

El no darse cuenta que no se dan cuenta, es el gran problema de muchas personas cuando se trata de temas tan importantes como la salud mental.

En el momento que la persona toma conciencia y se cuestiona el origen de sus pensamientos, sentimientos, percepciones, confrontaciones y conductas o comportamientos, entonces aparece la luz de la reflexión, el razonamiento, la empatía, la tolerancia y el juicio; esto se llama capacidad de abstracción.

Los enfermos mentales no se reducen a un grupo cuya visión y vida está fuera de la realidad social o colectiva… los enfermos mentales arrastran disfunciones de la cognición, de las emociones, los impulsos; de la vida de relación interpersonal, de la conducta, de la voluntad; de la adaptación social, de autoestima, de ira; o bien, arrastran secuelas de trastornos neurodegenerativos, o del neurodesarrollo; o simplemente disfunciones específicas de ciertas estructuras cerebrales encargadas de regular ciertos procesos como el pensamiento, los impulsos, y los estados emocionales.

La diferencia entre la salud y la enfermedad mental puede estar traslapada en condiciones o modos socialmente aceptados como el status económico, académico, religioso, artístico, ético, o político, es decir, a veces la propia persona cree igual que gran parte de la sociedad, que, por estar ranqueado como uno de los grandes empresarios o multimillonarios, ya está exento de algún trastorno mental o de personalidad.

Hay muchos académicos de prestigio y fama internacional, incluso postulados a Premio Nobel, que sufren serios trastornos mentales; lo mismo sucede con líderes religiosos mundiales, tienen o pueden tener miles o millones de seguidores, pero son prófugos de la salud mental y son perseguidos y torturados por los demonios de su conciencia al tener pensamientos o conductas deleznables.

Cuántos artistas, actores, músicos, pintores, o miembros de la farándula, son o fueron la inspiración de niños y adultos, y hoy son tristemente historias trágicas por sus desenlaces fatales o mentalmente perturbadores.

Lo importante es la conciencia y la honestidad personal cuando de salud mental se trata.