Por David Uriarte /
El deterioro mental es el más democrático de los deterioros, afecta por igual a los ricos, pobres, católicos, protestantes, políticos, apáticos, artistas, académicos, flojos, trabajadores, atléticos, diabéticos, en fin, el deterioro mental es la sombra que puede tocar a cualquier humano a partir de la quinta década de la vida, con excepciones extremas, es decir, puede empezar a temprana edad o bien, en la vejez cronológica de la persona.
El deterioro mental tiene ventanas por donde se asoma, una de ellas es la cognición, otra es la de los afectos, una más es la de la vida de relación interpersonal y la última es la de los impulsos.
Muchas veces el deterioro mental o neurológico empieza por la parte de la inteligencia y el juicio, la persona hace operaciones donde la razón y la lógica está ausente, el sentido común se extingue, la capacidad de abstracción entra en una ruta de regresión.
La otra ventana del deterioro mental es la incapacidad para mostrar los afectos, la persona se puede volver seca, alexitímicos o incapaces de expresar emociones, o bien expresarlos con irritabilidad, reclamos, o fuera de lugar.
Otros datos de deterioro mental son la perdida de la capacidad para relacionarse con los demás en forma armónica o funcional, dejan de tener amigos, se alejan de los conocidos, se encierran o alejan de las relaciones interpersonales y sólo interactúan en la línea de mando ascendente o descendente prácticamente por obligación.
Sólo buscan a los jefes por estricta necesidad del desempeño laboral; igual lo hacen con sus subordinados, sólo los buscan bajo el reclamo de su desempeño… la socialización deja de ser prioridad y se vuelven encerrados bajo cualquier pretexto.
Otro dato de deterioro mental surge cuando la persona deja de ser tolerante y se vuelve impulsiva, incapaz de controlar la ira o el coraje, no sabe gestionar los conflictos, se irrita fácilmente ante las diferencias en la forma de pensar de los demás.
Su intolerancia se vuelve evidente al verbalizarla y después a veces, tratar de componer la plana al pedir excepcionalmente disculpas, casi siempre aconsejado por otra persona de su confianza que le hace ver la importancia de resarcir los daños hasta donde sea posible.
El deterioro mental se asocia a la edad, a las personas que cursan con enfermedades físicas crónicas o degenerativas, no importa a que se dediquen, pueden ser líderes.