Por David Uriarte /
Para muchos el mejor destino vacacional es la seguridad de estar en casa, para otros, el desespero de salir de casa a cualquier lugar accesible a su economía es el mejor destino.
Los humanos gozan de muchas ventajas, entre ellas, la capacidad de adaptación, en medio de la “trifulca”, los sinaloenses o gran parte de ellos tienen en las vacaciones el espacio de encuentro familiar y el olvido temporal de las condiciones violentas que se viven.
Hablar de los destinos vacacionales es hablar necesariamente de dinero, para los bolsillos con suficiente dinero los destinos vacacionales no serán problema; para la clase trabajadora que tiene dinero de plástico, embarcarse en una travesía de deuda tampoco será novedad; hay un segmento cada vez más amplio de la sociedad que está en verdaderos aprietos económicos, para este segmento, los destinos vacacionales serán más reducidos o menos esperanzadores.
El descanso se vuelve parte importante de la salud, la convivencia familiar una obligación para promover lazos de afecto, por eso, los destinos turísticos dejan de ser convencionalismos sociales o comerciales para convertirse en una oportunidad de acercamiento y fortalecimiento socioafectivo.
El destino vacacional de muchas personas se convierte en parte de su trabajo, policías, médicos, Cruz Roja, Bomberos, Protección Civil, y toda la estructura de seguridad y protección del gobierno, no pueden dejar su responsabilidad por un destino turístico en estas fechas… tendrán que programar su descanso antes o después.
De cualquier manera, habrá una merma en los consumos, muchas familias buscarán la forma de ahorrar en estas vacaciones, otras tendrán que castigar a su familia quedándose en casa a disfrutar de películas, juegos o diversiones caseras por el tema del dinero.
Habrá incluso efectos paradójicos, es decir, si los periodos vacacionales son para descansar y estar con la familia, estas vacaciones pueden detonar en algunas familias brotes de malestar emocional precisamente por la estrechez económica, hijos y parejas frustradas por la incapacidad de visitar el destino turístico que anhelaban ellos y sus hijos.
El mejor destino vacacional es aquel que provee de un espacio de tranquilidad y sana convivencia con la familia, los amigos, o incluso en la soledad.
Los mejores destinos vacacionales son aquellos que promueven paz y alegría.