Por: Lic. Inés Leyva /

 

¿Qué es más importante un bisturí o un balón, o bien una bata blanca y un uniforme de fútbol? Sin duda, siempre es y seguirá siendo un bisturí, pero ¿qué es más redituable en términos económicos? Pues ni pensarlo mucho: un balón. Lo que no debería ser, sin embargo, hay un enorme trecho, entre lo que se necesita para ser un doctor o una doctora (y más cuando existe una especialidad de alto riesgo), y lo que se requiere para ser un futbolista profesional.

Lo que un galeno gana en un mes en una institución de salud pública, un futbolista profesional los gana y por mucho en 90 minutos, simplemente pateando un balón. Para ser un doctor se requieren horas, meses y años de estudio, usar mente corazón y alma, entre otras cualidades; para ser un futbolista tener dos pies completos y un poco de condición física (a veces ni eso).

Un doctor para ejercer su profesión requiere haber obtenido un título, una cedula, entre otros documentos, expedidos por la institución educativa legalmente reconocida, el futbolista ni siquiera requiere de documento alguno de los antes señalados.

¿No les parece que ya es hora de valorar en toda su dimensión la calidad ética, profesional entre otros requisitos de quienes ejercen la medina? Y dejar el balón por un lado y que siga rodando. Todavía se está a tiempo, no tarda en llegar el Presupuesto de Ingresos y Egresos al Congreso Local (Sinaloa). Ahí se verá qué tanto es tan importante un galeno: se le asignarán mayor sueldo o se lo dejan como está -por aquello de austeridad y la corrupción-. PUNTO DE ACUERDO, que se legisle en la materia -y no se pide mucho-, que el 0.2 por ciento de lo que declara un jugador de futbol profesional, se refleje al pago de nómina en los doctores, así como se destina un gasto a pro-bomberos, pro-educación entre otros, que diga: pro-pago al sector salud. Saludos doctores, en especial al gran maestro David Uriarte G.

Doblemente los saludos, este 23 de octubre del 2020, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto por el que se declara el “Día del Médico”. Y cuál es el antecedente de esta fecha: Que el 23 de octubre de 1976, la Convención de Sindicatos Médicos Confederados de la República, estableció que ese día se celebre el Día del Médico, en homenaje al Doctor Valentín Gómez Farías, quien en 1833 inauguró el Establecimiento de Ciencias Médicas en la Ciudad de México.