Por David Uriarte /
El primer minuto del día cuatro abril, saldrán las y los candidatos a los distintos cargos de representación o de gobierno, todos tienen su plan de vuelo o de ruta; las invitaciones ya circulan por redes sociales, sin embargo, por estrategia unos saldrán primero y otros después, y otros no saldrán.
En los ajustes de agendas y logística, las últimas horas han sido de tensión para candidatos y dirigentes partidistas, el tema: dinero.
Culiacán es la capital, pero no es Sinaloa. Desde Choix hasta Escuinapa están distribuidos los distritos electorales locales y federales, y en consecuencia los municipios, eso complica la operatividad para los partidos novatos, pero tampoco garantiza la eficiencia de los partidos tradicionales.
No habrá novedad en el arranque de campañas, unos con tambora y algarabía, otros en silencio, y otros más emberrinchados o decepcionados por las promesas no cumplidas, o por el trato recibido por parte de los líderes de los partidos que los postularon.
Hoy se afinan los discursos y se preparan los escaparates, sin duda las versiones digitales serán el 80/20, el trabajo por tierra está limitado por la contingencia sanitaria.
Habrá dos tipos de campañas digitales, las de propuestas y las de ataques, las que ven al futuro y las que ven al pasado, las de promesas y las de reclamos… en fin, será una versión interesante, nunca antes vista.
Este proceso electoral pone a prueba los paradigmas de políticos experimentados contra las ideas de los políticos jóvenes que le apuestan a la comunicación simultánea a través de las redes sociales.
Por otra parte, mientras los candidatos, sus partidos, líderes, sus cuartos de guerra, asesores y analistas, andan con todo en los supuestos procesos de innovación, posicionamiento y venta de la imagen…. se les olvida que los electores también andan con todo. Los electores obedecen a la lógica de sus emociones, no a la lógica de las razones, por eso, las cuentas alegres no dan los frutos esperados por muchos asesores, partidos y candidatos.
Dos temas serán ventilados en redes sociales en contra de algunas figuras influyentes en la política: intimidades y delincuencia. La conducta humana no conoce fronteras.