El uso de dispositivos digitales móviles, sean teléfonos móviles o computadoras tablet por parte de niños es un tema polémico en discusiones sobre desarrollo infantil.

Al ser estos dispositivos un fenómeno joven (el primer iPhone vio la luz en 2007) existen pocos estudios que analicen a largo plazo el efecto de estos y otros dispositivos similares en el bienestar de los infantes. No extraña entonces que haya una diversidad de opiniones: el fundador de Microsoft, Bill Gates, ha dicho que hasta los 14 años dejó a sus hijos poseer este tipo de dispositivos en tanto estudios realizados por el Instituto Federal de Telecomunicaciones el 36% de una base de niños encuestados entre 8 y 12 años son usuarios de internet y no es raro mirar infantes que apenas pueden caminar usando celulares en mesas de restaurantes y medios de transporte.

Cada niño es diferente, por lo cual dotarlo de la responsabilidad de poseer y usar un dispositivo digital móvil requiere conocer su forma de ser, su autoconfianza y su forma de afrontar nuevas experiencias. Por ello la decisión de padres y tutores será fruto de una decisión personalizada que responda algunas preguntas clave.

Una pregunta inicial, ¿por qué quiero darle a mi hija / hijo un dispositivo móvil?

Un dispositivo móvil (sea teléfono celular o smartphone) puede abrir nuevas oportunidades educativas, de comunicación y entretenimiento para un niño. Sin embargo, también implica una responsabilidad tanto por el precio del aparato como por la posibilidad de que el menor lo use como distracción o lo exponga frente a situaciones de vulnerabilidad como el robo de identidad y el acoso. Padres o tutores deben reflexionar sobre el propósito del dispositivo que se pondrá en manos de los menores y de allí tomar una decisión sobre el aparato más conveniente por adquirir.

Cuidado con el fashion statement

Un error frecuente entre padres y tutores es comprar un dispositivo vistoso (y caro) para que el niño lo pueda presumir entre sus amigos. Esto es un error. Pese a los avances tecnológicos, celulares y tablets son aparatos frágiles que soportan mal la inmersión involuntaria en un plato de sopa o el golpe de un balón de soccer a la hora del recreo. Además, muchos de estos dispositivos costosos tienen pantallas demasiado grandes para manos infantiles, que pueden dejarlos caer al manipularlos lo que implicará visitas al servicio de reparación o la compra posterior de un nuevo dispositivo.

Un teléfono sencillo… y nada más.

Si la finalidad de darle al niño un celular exclusivamente mantenerlo en comunicación con familiares, quizá lo más apropiado es un teléfono featurephone sin capacidad para descargar ni usar aplicaciones. Esta categoría de teléfonos ha sido casi reemplazada por smartphones, pero algunas marcas todavía comercializan estos dispositivos a precios muy económicos, lo que permite que el menor pueda estar conectado vía llamadas telefónicas y mensajes de texto SMS, pero no servicios como Whatsapp o redes sociales como Facebook, además de que su costo no implica un dolor al bolsillo en caso de pérdida o daño.

 

Considere una tablet

Algunas escuelas complementan los contenidos del aula con textos digitales y contenidos multimedia accesibles vía aplicaciones y servicios web. Un dispositivo tablet permite a los padres controlar el acceso a páginas web y descarga de aplicaciones, amén de que buena parte de estos dispositivos solo funcionan con redes WiFi, por lo que su uso puede restringirse a los momentos de clase o cuando los niños están bajo supervisión del profesor o un adulto en casa.

Consulte antes con la escuela antes de la compra

Cada plantel educativo tiene una política sobre el uso de dispositivos digitales. Algunos no permiten su uso en absoluto mientras que otros tienen políticas de uso restringido a ciertas situaciones y horarios al tiempo que otros promueven su uso como herramienta educativa y gustosamente integran tales dispositivos al salón de clase. Consultar con quienes están al frente del grupo de niños ayuda a conocer las políticas de uso de dispositivos digitales y cómo pueden usarse en la forma más benéfica para los niños.

Entonces ¿La edad importa?

De acuerdo con la Dra. Pamela Rutledge, investigadora del Media Psychology Research Center lo que importa más que la edad es la madurez del niño, cómo el será usado el dispositivo y la habilidad de los padres para entender cómo es que el niño usa dicho aparato. Padres y tutores son quienes al final del día evaluarán la situación y determinarán si el niño puede asumir la responsabilidad de la llave al mundo digital que se le entregará dentro de una cajita reluciente junto con el uniforme del año escolar que viene.

 

Com información de IDET