Por David Uriarte /

Los empleados sujetos a los regímenes de patrones, ya sea por la vía de la burocracia o por la vía de la iniciativa privada, los primeros inscritos al ISSSTE, y los segundos al IMSS, tienen sus periodos vacacionales garantizados, pueden programar solos o con sus familias los destinos turísticos o de descanso, con la seguridad de la protección de la ley en materia de vacaciones.

Hay actividades ilícitas como delinquir, que no gozan de periodos vacacionales, estas actividades se ajustan a las necesidades propias del momento y las circunstancias. Hay tres ópticas interesantes cuando se habla de la criminalidad: el criminal, la víctima, y el tipo o forma de crimen.

El criminal es la columna vertebral de la delincuencia, es decir, sin criminal no hay crimen. Aquí hay que entender la importancia de la salud mental, al criminal no lo hace tal el arma, el dinero, los jefes, o la cuenta por cobrar, al criminal lo define su cerebro de criminal, su forma de pensar y, en consecuencia, su forma de actuar ¿Cómo piensa un criminal? Como criminal ¿Cómo piensa un científico? Como científico.

La víctima es parte importante de la ecuación delictiva, sin víctima tampoco hay delincuencia criminal, hay víctimas que son el blanco del delincuente; también hay víctimas colaterales, que nada tienen que ver con la cuenta por cobrar, sin embargo, estaban en el lugar equivocado, a la hora equivocada, y con la persona equivocada.

La manera de operar de los criminales cuando de violencia, maldad y muerte se trata, es variada, prevalece el uso de armas de fuego como forma letal, quedando muchas formas más de operar.

Un país y una sociedad donde el índice de muertes violentas es bajo o no existe, es un país o una sociedad mentalmente sana, una sociedad civilizada, una sociedad que da paso a la justicia y se somete a las leyes de convivencia social.

Hacerse justicia por propia mano, es un retroceso, una regresión a la ley del talión “ojo por ojo y diente por diente”, la época de las normas y las leyes debe prevalecer como muestra de la inteligencia humana.

El crimen no goza de periodos vacacionales, está presente a través de las acciones que obviamente dañan al tejido social, no puede seguir habiendo una pendiente ascendente, ya es hora de construir su descenso, para eso se necesita una verdadera salud mental que se debe promover desde el seno de las familias, el gobierno solo es un coadyuvante.