El proceso: Control de Información y Comunicación, pretende contribuir, a través del control de la información y comunicación externa, a la transparencia y rendición de cuentas, y a través del control de la información y comunicación interna, al desempeño de los procesos de la institución, participando así en el logro de los objetivos institucionales.
La información externa debe garantizar que la interacción de la entidad con las partes interesadas y la ciudadanía sean efectivas y estén enfocadas a la construcción de lo público y a la generación de confianza.
Recordemos que los datos generados por el cliente externo o que van dirigidos a él mismo (ciudadanía, proveedores, prestadores de servicios, entes reguladores, etc.), constituyen la información externa, así como los de contacto indirecto (variables económicas, ambiente político, tendencias tecnológicas, etc.) que afectan el desempeño de la Dependencia.
La información y comunicación interna la integran los datos que se generan de la operación de la dependencia, por lo que es menester garantizar su registro y/o divulgación oportuna y confiable para soportar la toma de decisiones y permitir a los funcionarios un conocimiento más preciso y exacto de la realidad cotidiana de la Dependencia.
Aquí se observa, en particular, la relevancia del subproceso: Ética: Principios y valores, del Proceso: Control de Planeación y Operación.
El control de la comunicación debe caracterizar los procedimientos, métodos, recursos (humanos y tecnológicos) e instrumentos utilizados, para garantizar la generación, recopilación de información, divulgación y su circulación hacia los grupos de interés.