El consumo del fentanilo, un opioide sintético utilizado por la medicina para tratar el dolor crónico, ha aumentado en los últimos años entre jóvenes de 15 y 29 años por las organizaciones criminales que producen, distribuyen y venden esta droga de manera ilegal.
Por ello, el jefe de curso de Terapia Intensiva del Centro de Investigación y Docencia en Ciencias de la Salud (CIDOCS) de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), doctor Jesús Israel Martínez Félix, consideró prioritario que las autoridades de salud regulen la producción, distribución y venta ilegal de este fármaco que es cien veces más adictivo que la morfina y cincuenta más que la heroína.
“Si tú te metes a internet está bien claro que el 80 o 90 por ciento de la droga es producida ilegalmente. He ahí el problema, porque no están reguladas las cantidades y las concentraciones con las que la elaboran; mientras que para el uso médico sí”, señaló.
Este asunto ya se ha convertido en un problema de salud pública que preocupa y ocupa a médicos del sector salud, quienes atienden de uno a dos casos por sobredosis de fentanilo a la semana.
“En cada hospital te llegan uno o dos pacientes por semana, intoxicados por fentanilo. Y claro, esta sobredosis siempre viene acompañada de cocaína o metanfetamina; entonces lo que principalmente causa el fentanilo es que el paciente llega con paradas respiratorias”, explicó.
A ellos se les suministra ‘naloxona’ para contrarrestar la sobredosis y se queda en observación hasta establecer su salud; pero no recomienda aplicar este medicamento en casa “porque el paciente puede morir”.
Por último, el anestesiólogo universitario sugiere llamar al 911 o acudir rápidamente a un hospital si se reconoce un caso de intoxicación por fentanilo.
“Un paciente que disminuye las respiraciones, el estado de alerta, presenta somnolencia o el paciente que no tiene actividad en sus pupilas porque parecen alfileres, bien mióticas, ese paciente viene intoxicado por fentanilo”, aseguró.