Por David Uriarte /
“Todo está cumplido”. El reto autoimpuesto por el presidente López Obrador para cumplir con su obra emblemática sexenal, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), prácticamente está concluida.
A pesar de críticas y adversidades propias de una obra de esta magnitud, a las seis y media de la mañana despegó el primer avión de la empresa Aeroméxico con destino a Tabasco, a esa hora ya estaba preparado todo para dar inicio a la conferencia “mañanera”.
La esencia o el espíritu de esta magna obra no es en sí su costo o el tiempo récord en la que se construyó, ni siquiera su uso, el AIFA es un monumento a la estrategia del Presidente: por un lado, demuestra el ahorro significativo cuando desaparece el contratista empresario, en este caso, la obra está a cargo del ejército mexicano; por otra parte, prepara las condiciones de su régimen político para dar continuidad a la transformación, las instalaciones estratégicas por eso se llaman así.
Inaugurar el AIFA veinte días antes de la Consulta de Revocación de Mandato, es refrescar la memoria a treinta millones de personas que votaron por López Obrador en 2018, la idea es que más ciudadanos se sumen y refrenden su confianza en el presidente.
Los que entregaron el poder político a MORENA, hoy deben estar más que arrepentidos, deben estar pensando en dos cosas: que llegue el relevo generacional, o que pasen muchas cosas desagradables en la sociedad para retomar la alternancia.
Mientras las fantasías de la oposición se cumplen, veremos llegar obras como el aeropuerto, el tren Maya, y las refinerías… una serie de obras de infraestructura y de servicios que posicionan al México de antes frente al México de hoy.
Hay que anticipar que la inauguración del AIFA será un parteaguas para las críticas de la oposición; las posibles fallas técnicas propias de una obra de esta magnitud, si es que existen serán redimensionadas y expuestas como un catálogo de errores poniendo en primera página la distancia y el tiempo de la CDMX al AIFA.
Las fuerzas armadas especialmente la Secretaría de la Defensa Nacional asume una responsabilidad más, construir, mantener y administrar gran parte del funcionamiento del aeropuerto Felipe Ángeles. El Presidente tiene bien estructurado su plan y su estrategia de gobierno, esta etapa será sellada con los resultados del 10 de abril, mientras tanto: Consummātum est.