Por David Uriarte /
Tener sensaciones agradables o desagradables depende de un proceso continuo en el interior de la persona llamado interocepción. La interocepción es la representación que hace el cerebro de todas las sensaciones de los órganos internos, de los tejidos, de las hormonas en la sangre y del sistema inmunitario.
En estos momentos, las vísceras están trabajando, el metabolismo está presente, el corazón está latiendo, los pulmones trabajando, el estómago esperando comida o procesándola, toda esta actividad produce sensaciones que pueden ir de lo agradable a lo desagradable.
La realidad es que la interocepción es uno de los elementos básicos de la emoción, así como la harina y el agua son los ingredientes básicos del pan, pero las sensaciones generadas por la interocepción son más simples que las experiencias emocionales como la alegría o la tristeza.
La predicción es una actividad fundamental del cerebro humano que incluso, se le considera el principal modo de funcionamiento cerebral. El cerebro hace uso de la predicción para iniciar movimientos corporales, como acercarse a la comida o alejarse de lo que considera peligro.
La neurociencia llama a este fenómeno de la predicción, “ilusión de libre albedrio”: toda la cascada se sucesos está causada por el poder de predicción del cerebro. Las predicciones visuales, auditivas, gustativas, somatosensoriales olfativas y motoras viajan por todo el cerebro influyéndose y limitándose entre sí.
La interocepción construye el afecto, por lo tanto, el afecto es una corriente constante en la vida, incluso cuando estamos dormidos o inmóviles. El afecto nos hace creer que los objetos o las personas son negativas o positivas, y cuando vemos lo que el cerebro cree, aparece lo que se llama realismo afectivo.
Las decisiones tienen que ver con los afectos en todas las áreas de la vida, entonces, la construcción de los sentimientos parte primero de la interocepción: la capacidad predictiva del cerebro en la toma de decisiones, y los afectos; después aparece la emoción.
Ni la interocepción, ni la predicción, ni los afectos solos pueden construir emociones, todo es una red de significados personales asociados a los aprendizajes personales y a la biología.