Por David Uriarte

Pase lo que pase, y pese a lo que pasa, el régimen político encabezado por MORENA mantendrá su presencia social por mucho tiempo, quizá por muchas décadas.

Si bien es cierto que la realidad no se puede esconder, también es cierto que hay algo en el cerebro humano que se llama creencia, las creencias son pensamientos convertidos en carreteras por donde transitan las conductas y actitudes de los humanos.

Cuando llegaron los conquistadores a México, lo primero que hicieron fue insertar una serie de creencias en la población indígena, modificar sus costumbres, e instalar conductas totalmente diferentes.

Los conceptos de Dios, de pecado, y de culpa, se instalaron en la conciencia colectiva y los mexicanos ya no fueron lo que eran. Desde entonces, México es otro, es distinto y la influencia judeo-cristiana prevalece a pesar de todo… con una devaluación marginal, es decir, mientras hace cien años el 98 por ciento de los mexicanos se declaraban católicos, hoy ese porcentaje ha disminuido al 85 por ciento, este es el peso e influencia de las creencias.

El Movimiento de Regeneración Nacional y especialmente la figura y liderazgo de Andrés Manuel López Obrador, construyó en el cerebro de muchos mexicanos las creencias políticas que prevalecen a pesar de todo, es un fenómeno sumamente interesante desde cualquier punto de vista, sobre todo desde la psicología social.

Cuando el cerebro humano acepta algo como bueno, construye de alguna manera una adicción, el mejor caso para entender el ejemplo, es el uso en la dieta de los mexicanos de los refrescos de cola y las frituras o golosinas con bajo aporte nutricional, pero aceptadas por la mayoría a pesar de tener conciencia del daño a la salud.

Una creencia termina convirtiéndose en un acto reflejo que supera el análisis de la razón, como cuando alguien se persigna como acto reflejo al pasar frente a una iglesia católica.

En el caso de MORENA y su líder AMLO, pasó algo muy parecido, existe la creencia firme y la convicción expresa de un nuevo régimen político que habrá de solucionar los problemas generacionales de los mexicanos.

La curva de aprendizaje en la instalación del nuevo modelo de gobierno y sus políticas públicas, tendrá su costo y consecuencias, sin embargo, las creencias del pueblo y la suma de las mismas, colocarán a MORENA nuevamente en el poder.