Por eso hay que aprovechar y disfrutar el día a día, el aquí y ahora, cuantas personas fueron una promesa para sus seguidores y simpatizantes, sin embargo, terminaron en el olvido de aquellos que les aplaudían y admiraban, aún más, claudicaron a las creencias y proyectos conjuntos para sumarse a los que entonces eran sus opositores.

Hay que entender muchas cosas, entre ellas, que el tiempo pasa, en su momento hay intereses conjuntos, es el interés lo que muchas veces motiva la fraternidad, hermandad, amistad, incluso complicidad entre los iguales, esta es una de las aristas cuando se analiza a casi tres décadas, la desaparición definitiva del político sonorense Luis Donaldo Colosio Murrieta.

La metamorfosis propia de la política, arrastra cambios sorprendentes en la forma de pensar, pero sobre todo en la forma de actuar del individuo, la clase política eso un segmento de la población cuyos intereses en principio es el gobierno y su relación con la sociedad, de esta ecuación surge necesariamente la palabra poder.

El poder político lleva implícito el control de la voluntad de la mayoría que comulga con el mismo proyecto, esa es la fuerza del líder, si no hay admiración y credibilidad no hay liderazgo, cuando el poder político se convierte en gobierno, el control abarca todas las esferas de la vida pública.

A Luis Donaldo Colosio le pasó lo que a miles de hombres y mujeres que terminaron en el panteón o en un recipiente que alberga cenizas, los primeros años fueron recordados, llorados, aclamados, fueron fuente de lagrimas y penas, pero al paso del tiempo, fueron solo historia guardada en los anaqueles de la memoria de pocos.

A 29 años de su muerte, los principales visitantes al lugar de su desgracia fueron los medios de comunicación que pudieron constatar la soledad del monumento, la desolación del lugar donde el día de su muerte no cabía ni un alfiler, la algarabía de hace 29 años se transformó en olvido, soledad e historia.

La obra de Colosio fue un capítulo fértil en el gobierno priista, es un icono para los viejos priistas, para las nuevas generaciones es otra cosa, incluso puede ser el modelo de político que no hay que ser, algunos ven en su hijo de 37 años, en Luis Donaldo Colosio Riojas, una copia barata de lo que fue su padre, otros, piensan que pudiera renacer el espíritu y la popularidad de su padre e ir por la revancha y ser lo que su padre no pudo ser.