Por David Uriarte /
La esperanza de México se sustenta en cuatro pilares: seguridad, economía, salud y educación. Por supuesto que son muchas más las variables que intervienen para sacar a México de su inercia e incertidumbre, sin embargo, con estar seguros, tener dinero, estar sanos y tener un nivel de educación de por lo menos bachillerato -aunque lo ideal sería un nivel superior-, los mexicanos brincaríamos al siguiente tramo de un país desarrollado.
La legislatura sinaloense actual puede hacer mucho para fortalecer estos cuatro pilares del desarrollo social, ya hay atisbos de trabajo direccionado en esos rumbos, uno de ellos es el trabajo presentado por la presidenta de la Comisión Permanente de Ciencia y Tecnología, la diputada Cinthia Valenzuela Langarica.
Al margen de sus planteamientos específicos, esta comisión es relevante, simple y sencillamente, porque no puede haber desarrollo ni competitividad en una demarcación territorial si la ciencia y la tecnología permanecen como atributo exclusivo de los ricos.
La antesala de la evidencia científica siempre será la investigación y la sistematización del conocimiento, hay que promover muchas cosas en los estudiantes y los emprendedores, pero principalmente la investigación. A ella se deben los adelantos tecnológicos, gracias a los científicos la pandemia no cobro más derecho de piso o mortandad, gracias a los avances en materia de vacunas el mundo toma un respiro y se prepara por si aparece una cuarta ola pandémica.
Si la comisión que preside la diputada Cinthia Valenzuela, trabaja en la promoción de estructuras operativas y espacios destinados a la producción de conocimiento y construcción de tecnología, esto podrá articularse con los esfuerzos de las instituciones que ya tienen en su catálogo de actividades la ciencia y la tecnología como parte de plan de trabajo académico.
Al mismo tiempo que se instrumentan acciones para aumentar el promedio de instrucción escolar de los mexicanos, la promoción de la inquietud por la ciencia y la tecnología debe tener un soporte conceptual y operacional, este primer intento de la diputada Valenzuela Langarica debe recibir apoyo, más que beneplácito.