Por David Uriarte /
Llegan unos y se van otros, cumplir con las expectativas de un régimen político emanado de la izquierda, garantiza diferencias en los esquemas tradicionales de gobernar, hay una sociedad acostumbrada a la inercia administrativa, hay una base de trabajadores burócratas acostumbrados a ciertos beneficios o prebendas por parte del gobierno en turno, y hay un grupo de servidores públicos de “confianza”, aquellos que llegan por los compromisos del gobernador, su grupo, o su partido político.
En todas las administraciones ocurre lo mismo, hay una estructura piramidal cuya verticalidad empieza con el gobernador y termina con los jefes de departamento, empleados de confianza pagados con los impuestos de quienes producen y tributan al gobierno federal y al gobierno estatal.
Es imposible que el gobernador esté detrás de las acciones y decisiones de su gente de confianza, el gobernador es la persona más informada, sin embargo, las sorpresas se dan una y otra vez, funcionarios de primer nivel que caen ante las tentaciones propias del desempeño de su responsabilidad.
Todas las áreas son importantes para la administración pública, pero la seguridad, la salud, la educación y las obras y los servicios, son la cara de cualquier gobierno.
En materia de seguridad publica hay poco que decir, los hechos hablan, las estadísticas se abultan y la esperanza social empieza a flaquear; en el sistema de salud, el CONEVAL dejó evidencia del retroceso nacional, los esfuerzos de la federación deben ser suficientes para dejar atrás el desabasto de medicamentos y mejorar el mantenimiento preventivo de la infraestructura como los elevadores.
A días de iniciar el ciclo escolar, el tema de los libros de texto gratuito está en medio de la controversia, con libros o sin libros, el proceso de formación educativa no se puede detener, en ese tema, esperemos que Sinaloa no se atore.
En el tema de la obra pública, donde se maneja presupuesto suficiente, se tiene que poner atención para evitar señalamientos que pongan en entredicho la transparencia en el manejo de los recursos públicos; puede ser estrategia del gobernador el estar removiendo cada cierto tiempo a los secretarios o responsables de las obras publicas para evitar compromisos o inhibir la posible corrupción.
Los cambios en la estructura del gobierno son un signo de información confidencial.