Por David Uriarte /
A pesar de los datos duros relativos a la inseguridad, la salud y la educación en México, la economía se mantiene en rangos favorables para gran parte de los empresarios que ven en las políticas públicas la llave para abrir o cerrar la carga impositiva.
Pareciera una contradicción hablar de buenas señales cuando la pobreza persiste en un porcentaje significativo, la verdad es que los pobres no pagan impuesto, sin pagar impuestos y recibiendo ayuda de los programas sociales, la pobreza extrema en México disminuyó.
Los grandes empresarios y los inversionistas de altos vuelos, mejoraron sus ingresos en el gobierno de López Obrador, lo mismo buscan en el gobierno de Sheinbaum, mientras unos remontaron sus ingresos mejorando su economía, otros empresarios fueron víctimas de las pérdidas económicas a tal grado que tuvieron que cerrar sus empresas dejando a miles de trabajadores en el desamparo.
La mejor muestra de una economía limitada o restringida, es el número de afiliados nuevos en el Seguro Social, prácticamente es un crecimiento nulo o estático, un mes sube y otro mes baja, esto hace que la economía informal aumente; la evasión de impuestos es práctica común en los emprendedores que ven en su esfuerzo un experimento para dejar las filas del empleo y convertirse en los nuevos empresarios, primero desde la informalidad y después, las circunstancias los obligan a regularizar su situación fiscal terminando en el padrón de contribuyentes de la Secretaría de Hacienda.
Los estilos de gobernar de López Obrador y Claudia Sheinbaum son distintos, a pesar de pertenecer al mismo partido político y la nueva presidenta ser producto de la decisión del primero, esto habla bien de la presidenta y da certeza y certidumbre a los inversionistas locales y extranjeros, aunque ya están levantando la voz los inversionistas que temen la imposición arancelaria de Donald Trump en caso de ganar la presidencia de los Estados Unidos.
El discurso de la virtual presidenta, es un discurso de conciliación, de seguridad para la clase empresarial que siempre se queja de los impuestos del gobierno para poder trabajar y contribuir a la economía de los mexicanos y su gobierno.
Con la certeza jurídica y la palabra empeñada por Sheinbaum de que no habrá aumento en los impuestos, esto se convierte en una invitación para invertir en más empleos y mejorar la economía.