Por David Uriarte /

Qué pretende aquel o aquellos con tanta información, datos y supuestos ¿Y la verdad? Nada, no sólo el caso de “El Mayo” Zambada, decena de casos cuya importancia no es menor para la seguridad nacional, para la salud pública, la economía familiar, el comercio y la productividad de las empresas.

Es tan grande el proceso informativo derivado de acciones u omisiones; acciones del Gobierno que lastiman la esperanza de los mexicanos igual que las omisiones.

Miedo de la población ante la inseguridad generada por el crimen organizado y miedo por la inseguridad al ser detenidos en las carreteras federales, estatales o vecinales por elementos de las fuerzas armadas, claro, no se puede generalizar y afirmar que todos los elementos de la policía civil, la Guardia Nacional, la Defensa Nacional, o la Marina, son perversos.

En el tema de la seguridad pública, el miedo a ser víctima corre por la sangre de muchos mexicanos. De nada o de poco sirven las balas de papel que se gastan todos los días señalando hechos u omisiones, o es tan grande la prevalencia de los actos criminales o delictivos, o es tan lento el brazo de la justicia… cualquiera que fuere el caso, el estado de indefensión persiste.

En el sexenio que está por concluir en menos de dos meses ¿Dónde se produjeron las noticias relevantes? Buscando en la memoria de corto plazo, se pueden encontrar muchas noticias, y por cada noticia un millón de balas de papel, entendiendo las balas de papel como aquellas notas que describen un hecho u omisión, donde a lo más que aspira el lector es a la descripción, el juicio hipotético, los supuestos, y las tramas inconclusas que no llegan a ningún destino de certeza, sólo impunidad.

Con el video que se dio a conocer ayer, donde se observa la moto donde viajaba el agresor de Héctor Melesio Cuén Ojeda, en la gasolinera, pone de manifiesto muchas cosas, entre tantas una: que la afirmación de la supuesta carta que escribió el supuesto abogado del Ismael Zambada, es puro cuento, cuento que se tragaron muchos periodistas de talla nacional.

Con esas afirmaciones, se corrobora que sólo balas de papel se disparan cuando de información seria se trata ¿Y la sociedad? ¿A quién creerle? A veces los rumores de café o los aspirantes a punteros tienen más certeza en la información que las grandes cadenas nacionales de noticias.

Puras balas de papel o de saliva.