Por David Uriarte /
La pandemia ha puesto al descubierto muchas cosas, lo biológicamente vulnerable de muchas personas, la infraestructura hospitalaria limitada, el abasto de medicamento precario, la poca efectividad de la vacuna (sólo falta que se instituya vacunarse tres o cuatro veces al año por toda la vida), la sospecha de un jugoso negocio por las transnacionales farmacéuticas, la afectación de la economía, un golpe severo a los modelos educativos, y así podríamos enumerar muchas más afectaciones sociales.
Las familias a partir de la pandemia son diferentes, además de orfandad, en muchos casos hay crisis familiar por la conciencia que despertó la enfermedad cuando el proveedor principal o el dueño de los bienes o el dinero enfermó, estuvo a punto de fallecer, o falleció.
Son pocas las familias previsoras, aquellas con su testamento en regla o su instrumento jurídico para regular la sucesión de bienes, para nombrar o determinar quien o quienes, y cómo será el manejo de los mismos.
Hoy se lamentan aquellos que durante mucho tiempo estuvieron insistiendo en la previsión testamentaria, a otros los tomó por sorpresa la muerte súbita del dueño y hoy los herederos están en crisis. Muchas familias se quedaron prácticamente sin nada de bienes o dinero, gastaron todo, pero conservaron su familiar; otras gastaron todo y finalmente también perdieron su familiar, y hoy están en crisis.
No todas las crisis familiares son por dinero o bienes, también hay crisis por el abandono, es decir, hay hijos y nietos que a partir de la pandemia se volvieron prófugos de la visita o atención a sus padres o abuelos.
Otras familias ya venían enfrentando cierta tensión por las enfermedades crónico-degenerativas de alguno de sus miembros, por ejemplo, diabetes mal controlada, obesidad mórbida, lupus, artritis, asma, o familiares con tratamiento o secuelas de cáncer, estas familias pueden migrar de la tensión a la crisis.
La pandemia saco lo mejor y lo peor de muchas familias, lo mejor es la solidaridad y el reencuentro, a veces la desgracia es el imán que junta a las familias dándoles un verdadero sentido de vida, otras revelan su esencia y la crisis es el cuadrilátero donde entierran sus deseos.