Imagen: Sinaloa360

Por David Uriarte /

Vivir en Culiacán significa aprender muchas cosas, desde la realidad real hasta la realidad percibida, ¿Qué significa esto de la realidad real y la realidad percibida? Significa la distancia entre lo que es y lo que imaginan tanto algunos residentes, como muchos visitantes reales o virtuales.

Culiacán en una ciudad obviamente conocida por sus habitantes, pero imaginada, construida, fantasiada, o pensada por extranjeros nacionales e internacionales.

Una de las primeras preguntas obligadas cuando se encuentran desconocidos es ¿De dónde eres, o, donde vives? Contestar de Sinaloa, o vivo en Culiacán, es captar la atención, curiosidad, morbosidad, o incluso inducir estados mentales alterados en aquellos sorprendidos por tal descubrimiento.

La verdad de vivir en Culiacán es tan amplia que incluye capítulos cotidianos de una ciudad que ronda el millón de habitantes, con una economía visible al recorrer sus principales centros comerciales; una economía evidente al recorrer las colonias periféricas; pero, sobre todo, una economía contrastante al recorrer barrios o colonias donde igual se ve una mansión en medio de cientos de hogares que aún no logran el adjetivo de casa, por su precariedad.

Cuando los fenómenos naturales como las lluvias, ciclones o huracanes, azotan la ciudad, Culiacán se vuelve un caos como otras tantas ciudades en el mundo, es decir, Culiacán no es la excepción, la diferencia es que muchas personas, principalmente jóvenes, hacen del exceso de agua, su medio de diversión con las eventuales consecuencias.

El tema atrayente de Culiacán son los excesos, las exquisiteces, o las exageraciones… si se trata de cosechas de granos o exportación de hortalizas, Culiacán y su valle siempre está en la marquesina de los mercados internacionales.

Si se trata de los profesionales de la cirugía plástica y estética, Culiacán es un icono en el mundo por los alcances del bisturí y sus modelos; en términos generales, las mujeres sinaloenses y su belleza, reciben los mejores reconocimientos.

Vivir en Culiacán es impregnarse en su cultura, saber de ciudadanos emprendedores con visión global, personas con margen reducido a la hora de tomar decisiones, deportistas, empresarios, comerciantes, profesores, agricultores, acuicultores, políticos, líderes de todas las tallas cuyo prestigio, nombre, o leyenda, pone en la mente universal a Culiacán.