Por David Uriarte / 

Ser oposición es más cómodo… señalar sistemáticamente las acciones de Gobierno como un desacierto, es un ejercicio que fortalece el musculo de la inconformidad, tomar las calles como foro de expresión, pintar paredes, hacer destrozos en instalaciones públicas y comerciales, obstruir accesos a instalaciones aeroportuarias, tomar casetas de peaje, y muchas más conductas “delictivas” que se esconden en una libertad solapada, es parte de lo que está viviendo México.

Son las pasiones las que contaminan la realidad, no se trata de juzgar, se trata de buscar el camino del bienestar de todos los mexicanos sin buscar culpables; se trata de buscar soluciones.

Nadie nace siendo madre, aprende en el camino de la maternidad; nadie nace con capacidad resolutiva en un país de contrastes, los aprendices terminan haciendo lo que criticaban; por eso, es más fácil ser oposición, a la oposición nadie le reclama, al gobierno todos le piden.

Aprender a ser gobierno administrando los dineros públicos, es fácil, priorizar los temas sensibles de seguridad, salud, educación y economía, es otra cosa. En la actualidad, ¿cuáles son los temas que tienen a México convulsionado? Seguridad, salud, educación y economía.

La seguridad pública se está convirtiendo en inseguridad pública, las fuerzas policíacas están siendo superadas por la delincuencia organizada, sólo basta recordar el “jueves negro en Culiacán” el año pasado y la matanza de policías municipales en Córdova Veracruz este sábado 22 de febrero.

La salud es otro tema sensible en México, entre el desaparecido Seguro Popular y el recién nacido INSABI, las muertes por desabasto de medicamentos y la escasez de material quirúrgico y de curación; más el equipamiento precario en unidades hospitalarias, demuestra una curva de aprendizaje político administrativa dolorosa por decir lo menos, si alguien quiere encontrar el verdadero calificativo de esto, visite los servicios de urgencias de cualquier hospital público o las salas de aplicación de quimioterapia y hemodiálisis.

La educación es otro tema, miles de maestros inconformes y miles de alumnos en el atraso educativo. El aprendizaje tiene su precio y alguien lo paga.