Por David Uriarte /
Nadie puede poner en duda la habilidad periodística de Anabel Hernández, mucho menos las tragedias enfrentadas en su vida personal y profesional, tragedias de alguna manera superadas por su prolífica producción en el ámbito de la investigación sobre narcotráfico.
Sinaloa ha sido referente para la investigación de la periodista, suman más de diez libros publicados incluyendo su más reciente obra: “La historia secreta: AMLO y el Cartel de Sinaloa”. Anabel se inspira igual en hombres que en mujeres, en lugares agrestes como la sierra o lugares urbanos y citadinos, con informantes del crimen organizado según sus citas y referencia, o personas ligadas a la política, su fuente al parecer más fidedigna, son los testigos protegidos y algunos colegas que le dispensan su amistad.
Lo importante, temerario o arriesgado de la periodista y escritora, son los testimonios supuestamente documentados o respaldados con fichas, informes, o copias de documentos oficiales tanto en México como en Estados Unidos.
Anabel no deja pasar la oportunidad para hablar de hechos y nombres, igual habla o se refiere a los líderes del crimen, el narcotráfico, o los políticos, desde el Presidente a quien de alguna manera le dedica su más reciente obra, hasta gobernadores, senadores, diputados, candidatos y ayudantes o auxiliares del primer círculo del poder, como el famoso chófer del presidente López Obrador.
En su obra reciente Anabel hace un recorrido desde la década de los noventas hasta principios del 2024, hace señalamientos duros al proceso electoral en Sinaloa en el 2018 y 2021, se acerca de la misma forma al proceso electoral en curso.
Suponer, pensar, hipotetizar, es una cosa… señalar, dar nombres, fechas, lugares, temas, resultados y consecuencias de ciertas negociaciones, es ponerle el cascabel al gato, es subirse a la nave del peligro, es retar a los actores, es desnudar cosas de alto o altísimo nivel.
Muchos podrán pensar que es una actitud un tanto suicida, de la página uno a la trescientos cuarenta, del capítulo uno “Zombieland” al capítulo quince “La heredera”, la autora se desliza en una narrativa un tanto novelesca, dejando mucho a la imaginación, dejando también al descubierto nombres que resulta relativamente fácil corroborar, unos por la notoriedad mundial y otros por su actual desempeño en el mundo de la política.
¿Por qué publicar el libro en estos momentos?