Por David Uriarte /
¿Quién es, cómo se llama la persona que está en la presente contienda electoral para un puesto de gobierno en Sinaloa, y a pesar de ser técnicamente bueno, se le pueden derrumbar sus aspiraciones por una sola cosa: su carácter?
A esta persona se le facilita discrepar, discutir, tener exabruptos, expresar desacuerdos de manera frontal, tomar las cosas de manera personal… Es brusco para decir lo que piensa, dicho de otra manera, se le dificulta controlar sus impulsos, es poco empático, poco prudente, poco tolerante, o como se dice comúnmente es de mecha corta.
Siempre, pero en los procesos electorales más, la cordura debe prevalecer ante las diferencias ideológicas o partidistas, el respeto a las diferencias debe ser la bandera cuya blancura no debe mancharse con la intolerancia o la razón.
Precisamente un argumento de las personas con las características señaladas en el segundo párrafo, es la búsqueda de la razón, podrán tener la razón siempre, pero invariablemente construyen un rechazo en la vida de relación social y política.
Grandes imperios y oportunidades se han derrumbado por el hecho de no contar o tener inteligencia emocional, la neurociencia ha demostrado una y otra vez, que las personas felices y funcionales no son las que tienen inteligencia intelectual o cognitiva, sino las que cuentan con inteligencia emocional que a su vez son empáticas con las emociones y necesidades de los demás.
Generalmente, la persona entre más razones tiene menos feliz o menos bienestar tiene, inversamente proporcional, entre más feliz o bienestar tiene, menos razones busca.
El perfil de estos personajes termina en el desencanto social, terminan perdiendo lo que han construido con sus razones, poco a poco la gente construye animadversión a la forma, aunque en el fondo la razón les asista, para decirlo más claro, el problema de estas personas es el “modito”, la forma de expresar sus verdades y de descalificar a los que piensan diferente.
Los resultados se verán en las urnas, aún es tiempo de tomar conciencia, sacar las reservas de humildad, guardar la soberbia vestida de razón y conectar la mente antes de la verbalización. ¿Quién es?
