El amor después de una ruptura, recuerdo haberme hecho esta pregunta varias veces. Además de la pena que implica separarse de lo que una vez llamamos “hogar”, de la certidumbre de esa llamada temprano, del círculo de amigos y familia que rodea una relación; mi pregunta siempre era, ¿qué hago con tanto amor?; ¿qué hago con esto que siento?; ¿cómo puede ser que se muera?

El amor es energía, la más poderosa de todas; y al final de cuentas, “la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma”. Y después de pasar por noches en vela, miedo al futuro y dolor, hoy por fin sé que todo ese amor debe transformarse en AMOR PROPIO.

El tema es que muchas veces confundimos amor propio con todo aquello que dicen las revistas baratas: un día de compras, unas horas de spa, un cambio de look, bajar de peso o inclusivo buscar al clavo que saque ese clavo para que en una actitud soberbia le mande un mensaje contundente al susodicho de que “estoy mejor sin ti”. Y eso no es amor propio. Todo lo contrario.

¿Por qué? Porque al hacer este tipo de cosas, sigo poniendo esa energía y su valor allá afuera, en lo externo. Y d nada me sirve si no invierto en mi crecimiento, en tomar responsabilidad por lo vivido y en capitalizar el aprendizaje para ser mejor persona.

El amor propio empieza por reconocer que yo elegí a esa persona y esa relación desde donde partí. Quizá desde una necesidad o carencia, quizá desde no reconocer todo lo valios@ que soy y conformarme con lo que había.  Y la mayoría de las veces, desde creer que esa persona y esa relación serían la fuente de mi felicidad y plenitud.

Aquí inicia el camino de la RESPONSABILIDAD. Cuando puedo hacerme responsable de lo sucedido, y saber que siempre soy LA CAUSA, y no el EFECTO de nada de lo que me sucede, entonces empiezo a re-CONOCERME.

La ruptura, la pérdida y el duelo son dolorosas sin duda, pero si miro atrás a situaciones dolorosas e incómodas en mi vida, y logro darme cuenta de que gracias a ellas estoy en un mejor lugar, tal vez pueda ver esta ruptura como la gran oportunidad de re-conectar conmigo, replantearme metas, saber en realidad qué ya no quiero en mi vida e iniciar un camino hacia el VERDADERO AMOR.

Y el camino al amor verdadero pasa siempre por la estación de la TRANSFORMACIÓN. La transformación de mis creencias limitantes, de mi ego recalcitrante, de mis miedos y dudas, y de aquéllos patrones que me hacen siempre manifestar el mismo infierno con distinto diablo.

Sana, sana, sana esas heridas.. Conviértete primero en ese 10 que quieres encontrar para amar. Elegir la incomodidad de corto plazo, creará mucha luz y bienestar de LARGO PLAZO. Recuerda que muchas veces, lo mejor para ti no es lo que quieres, sino lo que necesitas.

Antes de comprometerte con otra persona, es imperativo CASARTE contigo. Y hacer el firme COMPROMISO de “estar para ti en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad , de amarte con luz y sombra; y respetarte todos los días de tu vida”. Así, y sólo así ,estarás en un mejor lugar para amar y vincularte sanamente en una nueva relación de crecimiento y prosperidad.

 

 

CON AMOR Y COMPROMISO,

Jacque Moreno.