Por David Uriarte /

Cuando se habla de traiciones y deslealtades, se habla de supuestos amigos, compañeros de partido, compañeros del movimiento, correligionarios, pares, o por lo menos simpatizantes con el proyecto político de nación.

Sólo hay traición cuando hay compromiso, no se puede esperar fidelidad al partido en el poder por parte de la oposición, por eso, la prioridad de MORENA y sus líderes, fue asegurar todos los congresos locales, la cámara de diputados federales, y la cámara de senadores… Nada más hay que recordar el caso Yunes en la cámara de senadores para entender el concepto de traición asociado con el triunfo y el poder.

Hasta hace meses, todo marchaba sobre ruedas aceitadas para no hacer ruido, sin embargo, a partir del 25 de julio del año pasado, las cosas en el país cambiaron, la salida del Presidente López Obrador dejó de ser como se esperaba, y la llegada de la Presidenta Sheinbaum también.

Pasa julio y llega septiembre, y las cosas se complican en materia de seguridad publica en México, y en materia de política exterior, con la llegada Trump el pasado 20 de enero, México, los mexicanos y su presidenta, sintieron el rigor de una política de Estados Unidos como jamás se imaginaron.

En México, específicamente en la cámara de senadores y de diputados federales, los grupos políticos marcaron sus compromisos, unos con López Obrador, otros con Adán Augusto López, otros con Ricardo Monreal, otros con Fernández Noroña, otros veladamente con Ebrard, y también, algunos con la Presidenta Sheinbaum.

Este desaseo político al interior del partido en el poder, empieza reventar por las grietas del resentimiento que se construyó cuando el Presidente López Obrador mandó a la calle a buscar los votos de la simpatía rumbo a las elecciones presidenciales, el triunfo de la presidenta si bien fue electoralmente contundente, también los resentimientos lo fueron.

López Obrador, les aseguró chamba y poder a los perdedores, tal vez esa es la causa de la perdida de respeto a la investidura presidencial.

Imposible pensar que, en el mandato de AMLO, alguno de los líderes de cualquiera de las cámaras les hubiese cambiado un punto o una coma a sus iniciativas, cosa que hoy no pasa con las indicaciones de la Presidenta, tal es el caso de la iniciativa para evitar el nepotismo y las reelecciones.

Existe evidencia de deslealtad y traición a la investidura presidencial.