Por David Uriarte /
“Antes muerta que sencilla, me voy a morir, pero no me vayas a poner toda fea, quiero irme, pero bien fregona en la caja”, dicen que de ahí nace la frase “antes muerta que sencilla”.
Querer aparentar que todo está bien, que todo se sabe, que no fueron sorprendidos, que no se mancillo la soberanía, que no participaron las instituciones de seguridad locales o federales, que no participó agencia extranjera alguna, que se trató de un engaño, de una entrega, de una traición, en fin… “palos de ciegos” una y otra vez en el caso de la captura de uno de los hombres más buscados en el mundo por parte de las autoridades estadounidenses.
De alguna manera la historia se parece un poco a la del primer “jueves negro”, cuando las autoridades decían una cosa en la tarde, otra distinta al día siguiente, cambiaban las versiones de los hechos, hasta que meses después se supo parte de la verdad.
Es cierto que, “hasta al mejor cocinero se le quema la sopa”, pero afirmar que el personaje más buscado en los últimos cuarenta o cincuenta años fue engañado por alguien que es de la misma edad o incluso menor que sus hijos, es como decir o hablar de una ingenuidad por parte de una persona cuya inteligencia y astucia mantuvo a las agencias como la DEA y el FBI al acecho sin éxito, hasta que la tragedia le llego de forma inesperada.
Surgen voces de expertos cuyas ocurrencias sólo abonan a una posible serie televisiva, documental, o cortometraje de acción, también salen los verdaderos expertos cuyo lenguaje es más prudente, mesurado, conocedores de temas como el narcotráfico, analistas que han escrito por décadas, con fuentes de información veraces, sin embargo, la suma de toda la información apenas deja ver parte de la verdadera imagen de la noticia que ya le dio la vuelta al mundo.
Por si hacía falta algo, la muerte del exrector Héctor Melesio Cuén Ojeda, la profanación de la tumba de familiares de los Dámaso en Eldorado, y ahora, hasta la asociación del gobernador en el tema.
Es posible que otro “palo de ciego” se dé diciendo que la iglesia, la familia, la santería, o las fuerzas oscuras del mal se confabularon para que se dieran el mismo día, dos noticias de tales dimensiones; la captura en territorio estadounidense del Ismael Zambada y su acompañante, y la muerte de un líder político que en unas semanas tomaría protesta como diputado federal.
Asociaciones de hechos que hay que aclarar.