Por David Uriarte /
De manera categórica, Gerardo Fernández Noroña busca la coordinación de los senadores en la próxima legislatura, el poder es el combustible que lo motiva a “patalear” como niño al que le quitan el biberón.
Mientras el discurso en campaña se caracteriza por hablar en plural, de un movimiento, de compañeros, de un proyecto, de una transformación, de un segundo piso, de un plan “C”, de solidaridad con la gente, de no robar, no mentir, y no traicionar… ya con la unción del poder en la cámara alta, el aun diputado federal, no aguanta las ganas de exhibir su ansia de poder.
De paso habla de Ricardo Monreal y de Adán Augusto López Hernández, del primero como un fracasado, y del segundo como un competidor que debe demostrar tras una consulta su ventaja sobre él.
La ansiedad es una enfermedad mental al margen de su origen, en este caso, Fernández Noroña reniega de manera velada por ser apoyado por el PT y no por MORENA directamente, parece que las cuentas no le dan a la hora de las asignaciones por partido y no por personas.
De cualquier manera, en el lugar que lo coloquen y la responsabilidad o encargo que le den, un ansioso siempre va mostrar su ansia, en este caso, por el poder político que implica ser el líder una de las cámaras más importantes del poder legislativo.
También, en su desespero, ya señaló al Presidente como parte de ‘los estorbos’ para ser ungido como líder de los senadores; está esperando hacerse el importante para que la virtual Presidenta lo llame -como ya dijo en estos días-, para platicar y ponerlo en su lugar, ya sea como líder de la cámara o con algún premio de consolación para que deje de llorar por el poder que siente que ya lo tiene, y al mismo tiempo, siente que los días se hacen eternos mientras le llega la unción.
Ansia de poder es una patología propia de los políticos que al parecer es lo único que saben hacer, sentirse representante de un segmento de la población no basta, necesita tener la vara de mando para asegurar el derecho a picaporte con la presidenta Claudia Sheinbaum, cosa que no se va a dar. De hecho, ayer mismo Fernández Noroña dijo que la Presidenta ya le planteó algo que lo va a valorar, eso aumenta su grado de ansiedad.
Nadie niega el buen discurso del aún diputado, mucho menos la capacidad y habilidad para chocar con la oposición, pero el ansia de poder lo puede descarrilar.