Por David Uriarte /

La capital de los agronegocios tendrá que esperar mejores tiempos, el sector agrícola está colapsado entre circunstancias ecológicas y económicas, mientras las presas permanecen medio llenas, la economía permanece medio vacía.

Hablar de la Expo-Agro, es hablar del desarrollo económico de Sinaloa, de los adelantos tecnológicos, del turismo de negocios, de exhibir la cara bonita de un Sinaloa de gente trabajadora, es presumir el granero de México.

La suspensión del evento emblema de los agricultores, es un signo de alarma económico, de incompatibilidad política con el régimen de gobierno, o de una falta de habilidad política para gerenciar el magno evento.

Parte de la economía de Sinaloa se debe a la agricultura, los proveedores de semillas, tractores e implementos agrícolas, invernaderos, y todos los insumos para el campo, se exhiben en esta feria de los granos y las hortalizas; visitantes nacionales y extranjeros vienen a conocer el “cómo” del éxito en la producción de granos y productos de la tierra, la industria agrícola mundial se concentra en esta feria como un mercado de miles de millones de dólares… este es el tamaño de la importancia de la Expo-Agro en Sinaloa.

La mezcla de condiciones climatológicas y políticas empujó a tomar una decisión de este calado al Comité Directivo del evento, ojalá que todo termine en la suspensión de la fiesta agrícola más importante de México, el riesgo puede llegar hasta las urnas el día de la elección, son alcances que pudieron ser previstos por todos los implicados en el descontento del sector agrícola.

La agricultura y el descontento de los agricultores no se reduce al precio de la semilla en esta temporada, se expande a todo el sector que incluye transportistas, proveedores de insumos, fertilizantes, y toda la cadena de suministros incluyendo los trabajos directos e indirectos que terminan afectados por la depresión del sector primario de la economía.

Los daños colaterales terminan en el bolsillo y el plato de los consumidores que padecerán el incremento del maíz, el frijol, el garbanzo y por supuesto de la tortilla; en este rompecabezas de condiciones donde los principales actores son el gobierno y los agricultores, y los principales perdedores son también el gobierno, los agricultores, pero en gran medida los consumidores, puede haber signos de complicación social reflejados el día de la elección.