Por David Uriarte /

El 22 de julio se celebra el día mundial del cerebro. No importa a quién se le ocurrió, lo que importa es tener conciencia, saber que la especie humana es la única con capacidad para saber que sabe o saber que no sabe, todos los órganos son importantes no importa el tamaño, el peso, densidad, dimensión o textura, lo que importa es su función, hay órganos que pesan alrededor de un gramo, sin embargo, si dejan de trabajar la vida se vuelve caótica por decir lo menos.

En promedio, el cerebro humano pesa alrededor del dos por ciento del peso ideal, si el peso ideal de una persona son 70 kilos, su cerebro pesará 1.4 kilos, la suerte funcional del cerebro inicia desde la fecundación, hoy se sabe que las madres gestantes deben tener el suficiente ácido fólico para permitir un sano desarrollo de sistema nervioso de sus hijos, los problemas en el desarrollo del cerebro tendrán consecuencias en todas las áreas de la vida.

Los neurólogos, neurocirujanos, psiquiatras y psicólogos, son los especialistas en diagnosticar y corregir -cuando se puede- las alteraciones del cerebro, los neurólogos se encargan de enfermedades como la epilepsia o la fibromialgia, los neurocirujanos se encargan de operar el cerebro cuando está indicado y las condiciones lo permiten como en las hemorragias cerebrales y los tumores, los psiquiatras intervienen cuando la ansiedad, insomnio, o depresión son la causa del malestar de la persona, y los psicólogos cuando la personalidad o los trastornos mentales interfieren en la vida personal, familiar o social de quien los padece.

Un cerebro sano produce bienestar, un cerebro enfermo tocará el terreno del sufrimiento inevitablemente. El cerebro sano es aquel que logra construir significados diferentes al malestar, el cerebro trabaja con representaciones no con realidades, por eso, ante la perdida de un familiar por dar un ejemplo, habrá personas cuyo cerebro les produzca sufrimiento eterno, y otras cuyo cerebro les produzca emociones razonables que incorporan como experiencias de vida.

Entre la genética, la herencia y la crianza, se confecciona un cerebro que será funcional o disfuncional, en esta elaboración juegan un papel determinante los padres, la singularidad como característica irrepetible de cada ser humano, depende de estos tres factores.

¿Quién te dijo lo que piensas? Invariablemente el cerebro ¿sano o enfermo?