David Uriarte /
La leyenda del boxeo mexicano es sin duda Julio Cesar Chávez; la leyenda de la política partidista en México es el PRI. Hoy Julio Cesar Chávez está disminuido de sus facultades físicas por obvias razones, sin embargo, nadie le quita la gloria de sus esplendorosos días; lo mismo le pasa al PRI.
Fue el hartazgo de la gente lo que derrumbó al PRI, eso oí decir a un político de cepa, los viejos lobos de mar ahora solo se relamen los bigotes añorando sus tiempos cuando el partido era gobierno, igual que hoy con el nuevo régimen.
La gente sacó de Los Pinos al PRI y le apostó a la supuesta blancura del PAN, esta apuesta solo duró dos sexenios y regresaron al PRI bajo la premisa de que “es mejor malo por conocido que bueno por conocer”, terminaron de conocer al gobierno tricolor en el sexenio de Peña Nieto y lo demás son páginas que se están escribiendo con la tinta de MORENA y su 4T.
La lectura derivada de la unión y reunión de los expresidentes del comité directivo estatal del PRI, junto con el delegado en funciones de presidente en Sinaloa, demuestra dos cosas: la capacidad de convocatoria del “Chuquiqui” como decano de ese instituto político, y el respeto derivado de una disciplina alineada al liderazgo nacional, a pesar de las marcadas diferencias entre Alejandro Moreno Cárdenas y gran parte de la militancia.
La relación de Jesús Enrique Hernández Chávez con “Alito”, más que distante es de gran respeto a las diferencias, es decir, ambos piensan muy diferente, a lo mejor es la brecha generacional, si a eso se le agrega la proclividad del “Chuquiqui” con una de las interesadas en dirigir el PRI en Sinaloa, las cosas se vuelven más tensas, aunque los saludos, sonrisas y discursos son de elemental cortesía partidista.
No hay enemigo pequeño en las contiendas politicoelectorales, ese es el ánimo que motiva a muchos priistas a seguir en la lucha, por lo pronto, hay entusiasmo en los que no se avergüenzan de ser priistas y están buscando posicionar la imagen de una de sus cartas, Beatriz Paredes.
Este sábado 18 de marzo, Beatriz Paredes se reunirá con la clase política, después del desayuno, estará con los medios en rueda de prensa, posteriormente dialogo con mujeres, también hay espacio para el dialogo con los distintos sectores y organizaciones de su partido, y cierra con una apetitosa comida según dicen los que están cerca de la agenda.