Por David Uriarte /

 

-Es algo muy importante como para dejar este asunto de la información en manos del hampa del periodismo-, así se refirió ayer el presidente López Obrador al caso del atentado del comunicador Ciro Gómez Leyva.

Es una extraordinaria oportunidad que plantea el presidente de México al pedirle a la jefa de gobierno, a su hermana Claudia Sheinbaum, que haga una investigación a fondo para esclarecer los hechos.

¿Por qué? Porque ésta podría ser la punta de la hebra que se inserte en la aguja de la investigación y esclarezca los más de 130 mil homicidios que se han cometido en los cuatro años del nuevo régimen de gobierno.

Dijo el Presidente, “He dado instrucciones que se haga una investigación a fondo para que haya justicia porque nosotros no nos vamos a manchar, y es posible saber lo que sucedió, saben por qué es posible conocer la verdad, por dos razones: primero porque hay mucha gente que está con nuestro movimiento y que nos va ayudar a saber si escuchó que llegó alguien en una moto y que estuvieron discutiendo y los carros cruzaron, y quien pasaba por ahí las trabajadoras domésticas, chóferes, tenemos mucha información que nos llega, eso es importante, pero lo más importante de todo es que no se trata de un crimen de Estado, lo que es muy difícil de desentrañar es un crimen de Estado…. hay información, se consigue la información porque los organismos del Estado que están para hacer justicia actúan, no hay impunidad, entonces esto ¿A quién le conviene? Primero a Ciro, un atentado a su vida, a los dueños de los medios de información donde trabaja Ciro, ¿A quién le conviene? Pues a todos los que participan en política, desde luego a la autoridad y ver si no es el crimen organizado, la delincuencia organizada o la delincuencia de cuello blanco, porque ¿A quién perjudica un asunto así? Al país y a la autoridad y al presidente, a la democracia”.

Si es cierto lo que dice y afirma el Presidente, como seguramente lo es, entonces los crímenes que no son de Estado se esclarecen fácil, por eso, la lista de los feminicidios, de periodistas asesinados y los homicidios dolosos que han manchado la imagen de México, y han puesto en evidencia las estrategias de seguridad, deben correr la misma suerte que el caso de Ciro Gómez Leyva.

Lo que no ha dicho el Presidente es qué va a hacer con los hampones del periodismo.