Por David Uriarte /
En casi veinte años de lucha política, AMLO construyó una imagen sólida y una credibilidad que vale treinta millones de votos; esos son los números duros del presidente de México, sin embargo, a medio camino de su mandato o de su régimen como dice él, las cosas son diferentes, aunque para algunos complicadas.
El Presidente cuenta con dos reservas: los pobres y la clase política que lo sigue. Tan importante unos como los otros; mientras los pobres le dan los votos, su clase política también le da los votos en las dos cámaras, la de diputados y la de senadores.
Con un gabinete de primera o de cuarta depende quién lo diga, la curva de aprendizaje ha sido costosa en algunas áreas del régimen administrativo; la política exterior ha sido exhibida, embajadores y cónsules cuestionados, propuestas rechazadas… Y la novedad, la pausa con las relaciones de España, donde el sinaloense Quirino Ordaz tendrá que seguir con la maleta preparada.
El enfrentamiento con algunos periodistas y algunos medios tradicionales ha sido la constante en las dos últimas semanas, ejemplo que han seguido algunos mandatarios estatales como el de Veracruz; Loret de Mola y Víctor Trujillo (Brozo), encabezan la lista de los enfrentados con el presidente en materia de información política.
El tema de su hijo más que un distractor ha sido polémico por donde se mire, un tema por demás innecesario como ríspido en la popularidad del Presidente.
La seguridad pública es otro tema que tiene a los mexicanos con los nervios de punta, más a los que viven en estados como Zacatecas, Veracruz, Aguascalientes o Guerrero, la violencia es un fenómeno que no da tregua y dificulta la construcción de la paz, la seguridad y la tranquilidad de los mexicanos.
Sumado a los temas de comunicación de la Presidencia, el escándalo de su hijo, las dificultades técnicas para concluir las rutas de llegada al nuevo aeropuerto, se agrega la polémica actitud del doctor Hugo López Gatell y los protocolos de tratamiento en la fase inicial de la pandemia con el uso de Ivermectina. Estos temas pueden minar o fortalecer la popularidad del presidente López Obrador… esto lo veremos en dos meses.