Por David Uriarte /

El director de la Unidad de Vialidad y Tránsito Municipal de la capital sinaloense, Lic. Pánfilo Antonio Díaz Juárez, piensa que la pieza fundamental para disminuir o evitar los accidentes de tránsito son los padres de familia.

Invadir carril y exceso de velocidad las principales causas de accidentes viales, de 18 a 35 años la edad promedio de los conductores implicados en hechos de vialidad y tránsito, y las primeras horas del día las más peligrosas.

Después de las tres de la mañana, los conductores pertenecen al grupo de riesgo cuando se desplazan después de una fiesta o reunión donde consumieron bebidas alcohólicas, más en estos tiempos de fiestas decembrinas.

El otro grupo son los conductores de transporte de personal, fruterías que inician su reparto en la madrugada, trabajadores cuya jornada laboral inicia muy temprano.

Prácticamente estos son los dos grupos que conforman o justifican el tráfico vehicular por la madrugada, cuando se presentan los siniestros donde además de pérdidas materiales puede haber lesionados o pérdidas de vida.

A veces los hijos son unos en la casa y otros en la calle, los padres dicen conocer a sus hijos, pero cuando están en compañía de sus amigos, en reuniones donde ingieren alcohol o cualquier psicotrópico, la conducta cambia y el riesgo de accidentes viales aumenta. Si los padres fueran por sus hijos al término de las fiestas, no pasarían tantos accidentes, termina la fiesta y algunos jóvenes siguen buscando expendios para continuar la fiesta y ahí están los resultados.

Pánfilo Díaz, se consterna cuando recuerda y platica una de tantas experiencias como agente de Vialidad y Tránsito: en unos arrancones un vehículo deportivo se voltea dejando una estela de adolescentes en el asfalto, uno de ellos de 15 años… a los minutos llega el padre, con lágrimas y palabras de sufrimiento le abrocha las agujetas de uno de los tenis, este fue el último gesto de atención que tuvo el padre con su hijo que murió lejos de su casa y cerca de la fiesta que terminó en tragedia.

Entiendo a los padres porque también lo soy, dice el Director de Tránsito, pero no hay nada que justifique la libertad que termina en tragedia.