Por David Uriarte /
“Esto así es, un día te golpean y otro se retractan, o simplemente te van a seguir golpeando… ya estoy impuesto, pero al final, cuando se animan a sentarse a platicar, las cosas cambian”. Esto dijo hoy por la mañana el líder del Partido Sinaloense, Héctor Melesio Cuén Ojeda, en una reunión que sostuvo con miembros de su partido y la estructura de primer nivel.
Dicen que las casualidades no existen, pero también saludó Cuén al presidente del Partido Fuerza por México, Juan Ernesto Millán, a quien se le veía eufórico después de una reunión que sostuvo en Palacio de Gobierno.
En esta semana y más la pasada, la intensidad del trabajo del PAS fue evidente, se están “registrando” los posibles candidatos para los distritos y municipios asignados o negociados con MORENA, sin duda esperan dar la pelea en ciertas plazas donde han trabajado desde años.
Algo que llama la atención y dicho por Héctor Melesio, es la disciplina partidista del PAS, desde el anuncio de la fusión en la candidatura común con MORENA, para la búsqueda de la gubernatura con Rubén Rocha, la militancia en términos generales, ha manifestado su beneplácito; esta afirmación se derivó de la pregunta relacionada con un maestro universitario que usando como fondo el conocido “edificio central de la UAS”, pronunció un discurso donde hace alusión a la UAS y partidos políticos, “eso es fácil de entender cuando investigas quien es ese maestro y cuáles son sus antecedentes”, dijo Cuén.
Comentario obligado fue la declaración inicial que hizo ‘el Químico’ Benítez cuando supo de la unión MORENA-PAS, de la cual después se desdijo, “a estas alturas -dijo Cuén- las cosas no se pueden tomar personales, siempre hay algo de fondo que muchos suponen pero desconocen”.
Las trampas son diarias y de distintos tipos, desde golpeadores en las redes, hasta el acercamiento de mujeres con el objetivo bien claro, en fin, “así es esto” dijo el líder del PAS antes de regresar a la mesa donde estaba compartiendo con alguien.
Cerca de ahí, en otra mesa se alcanzaba a ver al exrector Víctor Antonio Corrales Burgueño con un grupo de personas que seguramente esperaban a su líder político.