Por David Uriarte /

Un día antes de la Nochebuena vence el plazo para las alianzas y coaliciones de los partidos políticos, después se hablará de candidaturas en común y una serie de artificios más que confluyen en sinergias tras la búsqueda del pastel y los bollos.

Todos los interesados en el pastel político quieren una Nochebuena y una feliz Navidad, a aquellos que ya fueron ungidos o ungidas ya les adelantaron su Nochebuena, como Alfonso Durazo en Sonora por MORENA y seis estados más por ese partido. El PRI, el PAN, PRD, PT, MC, el PAS como partido local y los otros cuatro partidos minoritarios, están a la espera de las negociaciones cupulares para arrancar con los arreglos internos.

En Sinaloa el PRI tiene en Jesús Valdés Palazuelos un cuadro político valioso, trabajador, santo de muchas devociones y al mismo tiempo adversario político a vencer. Para otros, más de lo mismo, incluso una muestra de la fallida de la aplanadora en su tiempo… y para unos más la indiferencia.

No hay una ley o reglamento que señale que hay que querer o simpatizar con todos los políticos, por eso, la naturaleza humana y de los procesos democráticos tienen siempre en las opciones la libertad.

La teología revela que ni Jesucristo tenía el cien por ciento de la población con él, imaginemos los mortales y además políticos que por definición buscan el poder para “servir”, ellos siempre estarán en la palestra y con los reflectores de la crítica, es parte del rol o papel que tienen que cumplir.

Si el ‘Chuy’ Valdés deja la presidencia del Comité Directivo Estatal del PRI para buscar una candidatura… la que sea, puede pasar una Nochebuena en la estación del invierno, lo que no se sabe es cómo será su noche de primavera el 6 de junio.

Por lo pronto el pesebre del PRI ya recibe las cartitas a Santa “Lito”, no se sabe bien a bien cuáles son las peticiones, pero casi siempre piden lo mismo: gubernaturas, diputaciones, presidencias municipales, y al final de la carta le dicen –si no hay más Santa “Lito”, aunque sea una regiduría–.

Mientras no le llegue el insomnio, la ansiedad, la desesperación y la depresión al Chuy Valdés, todo está bien, más en fechas de pandemia.